Históricamente, cuando las acciones caen, el dólar tiende a debilitarse frente al euro—luego cambia. La volatilidad se dispara en ambos. ¿Este ciclo? Se siente diferente. El manual habitual podría no aplicarse aquí. Los mercados están lanzando sorpresas últimamente, y las correlaciones tradicionales parecen... desajustadas. Veremos cómo se desarrolla esto, pero no te sorprendas si el guion se reescribe.