El panorama del entretenimiento está cambiando. Disney anunció una inversión en acciones de $1 mil millones en OpenAI, cambiando fundamentalmente la forma en que los creadores interactuarán con las herramientas de narración impulsadas por IA. A partir del próximo año, los usuarios de Sora podrán generar videos con más de 200 personajes con derechos de autor que abarcan el vasto portafolio de Disney—desde Mickey Mouse hasta Darth Vader, Ariel hasta Iron Man, y figuras queridas como Cenicienta, cuyas historias atemporales y resonancia cultural la hacen perfecta para explorar nuevas posibilidades creativas con contenido generado por IA.
Un marco de tres años basado en la confianza mutua
A diferencia de conflictos anteriores sobre datos de entrenamiento de IA, la asociación de Disney con OpenAI representa un enfoque fundamentalmente diferente. El acuerdo de licencia de tres años otorga a Disney warrants para comprar participaciones adicionales y posiciona a la compañía como un cliente estratégico importante. Pero esto no se trata solo de licencias de personajes. Disney implementará ChatGPT internamente en sus operaciones y colaborará con OpenAI en el desarrollo de herramientas y experiencias completamente nuevas que combinen la narración tradicional con capacidades de IA.
El CEO Bob Iger enmarcó la asociación como un momento crucial: “Los avances rápidos en IA representan un punto de inflexión para el entretenimiento. Esta colaboración nos permite ampliar nuestra narración de manera responsable mientras protegemos a los creadores y su trabajo.” Es una declaración que refleja el elefante en la habitación—las profundas preocupaciones de la industria sobre la IA y los derechos de autor.
La cuestión del copyright: de conflicto a colaboración
Hace apenas unos meses, Disney defendía activamente su propiedad intelectual. La compañía envió cartas de cese y desistimiento a Google, tomó acciones legales contra Midjourney y emitió advertencias a Character.AI por uso no autorizado de personajes propiedad de Disney. La Motion Picture Association ya había presionado a OpenAI para abordar los riesgos de derechos de autor, especialmente después de que Sora se volviera viral en septiembre, con usuarios generando videos usando personajes de marca sin permiso.
Sam Altman respondió a estas preocupaciones comprometiéndose a “tener un control más refinado sobre la generación de personajes.” Este acuerdo entre OpenAI y Disney parece ser esa solución en la práctica. Trabajando dentro de un marco controlado, ambas compañías demuestran cómo las plataformas de IA pueden operar de manera responsable—manteniendo controles estrictos contra contenido dañino o ilegal, mientras permiten un uso creativo legítimo.
Lo que los creadores realmente podrán hacer
Aquí es donde se pone interesante. Los usuarios no tendrán libertad ilimitada. El acuerdo excluye las likeness y voces de talentos, protegiendo los derechos de los actores humanos y sus derechos de imagen. Pero dentro de estos límites, las posibilidades creativas se expanden dramáticamente. Los personajes disponibles a través de Sora incluyen Mickey Mouse, Cenicienta, Ariel, Iron Man, Darth Vader y más de 195 otros de Disney, Marvel, Pixar y Star Wars.
Más allá de la generación de videos, los usuarios también podrán crear imágenes usando la misma propiedad intelectual a través de ChatGPT Images. Disney+ incluso mostrará selecciones curadas de contenido generado por Sora, convirtiendo la creatividad de los usuarios en programación de la plataforma.
Qué significa esto para la industria
Esta asociación señala algo importante: las grandes empresas de medios ya no solo luchan contra la IA—la están adoptando en sus propios términos. La disposición de Disney a licenciar sus personajes refleja confianza en que la colaboración estructurada supera a los litigios interminables. El marco refuerza los compromisos de proteger los derechos de los creadores, garantizar la seguridad de los usuarios y respetar las industrias creativas.
Para Sora, la aprobación de Disney podría acelerar su adopción. Para la seguridad de la IA, el precedente importa: demostrar que las preocupaciones de derechos de autor pueden abordarse mediante colaboración en lugar de prohibición.
El movimiento de las acciones refleja el sentimiento de los inversores. DIS cotizó a $111.19, subiendo un 2.17% tras el anuncio.
La verdadera prueba llegará el próximo año, cuando los usuarios de Sora puedan crear videos con estos personajes icónicos. Queda por ver si este modelo se convertirá en el estándar para otras empresas de entretenimiento.
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La apuesta de mil millones de dólares de Disney en OpenAI: Cómo Sora accede a más de 200 personajes icónicos
El panorama del entretenimiento está cambiando. Disney anunció una inversión en acciones de $1 mil millones en OpenAI, cambiando fundamentalmente la forma en que los creadores interactuarán con las herramientas de narración impulsadas por IA. A partir del próximo año, los usuarios de Sora podrán generar videos con más de 200 personajes con derechos de autor que abarcan el vasto portafolio de Disney—desde Mickey Mouse hasta Darth Vader, Ariel hasta Iron Man, y figuras queridas como Cenicienta, cuyas historias atemporales y resonancia cultural la hacen perfecta para explorar nuevas posibilidades creativas con contenido generado por IA.
Un marco de tres años basado en la confianza mutua
A diferencia de conflictos anteriores sobre datos de entrenamiento de IA, la asociación de Disney con OpenAI representa un enfoque fundamentalmente diferente. El acuerdo de licencia de tres años otorga a Disney warrants para comprar participaciones adicionales y posiciona a la compañía como un cliente estratégico importante. Pero esto no se trata solo de licencias de personajes. Disney implementará ChatGPT internamente en sus operaciones y colaborará con OpenAI en el desarrollo de herramientas y experiencias completamente nuevas que combinen la narración tradicional con capacidades de IA.
El CEO Bob Iger enmarcó la asociación como un momento crucial: “Los avances rápidos en IA representan un punto de inflexión para el entretenimiento. Esta colaboración nos permite ampliar nuestra narración de manera responsable mientras protegemos a los creadores y su trabajo.” Es una declaración que refleja el elefante en la habitación—las profundas preocupaciones de la industria sobre la IA y los derechos de autor.
La cuestión del copyright: de conflicto a colaboración
Hace apenas unos meses, Disney defendía activamente su propiedad intelectual. La compañía envió cartas de cese y desistimiento a Google, tomó acciones legales contra Midjourney y emitió advertencias a Character.AI por uso no autorizado de personajes propiedad de Disney. La Motion Picture Association ya había presionado a OpenAI para abordar los riesgos de derechos de autor, especialmente después de que Sora se volviera viral en septiembre, con usuarios generando videos usando personajes de marca sin permiso.
Sam Altman respondió a estas preocupaciones comprometiéndose a “tener un control más refinado sobre la generación de personajes.” Este acuerdo entre OpenAI y Disney parece ser esa solución en la práctica. Trabajando dentro de un marco controlado, ambas compañías demuestran cómo las plataformas de IA pueden operar de manera responsable—manteniendo controles estrictos contra contenido dañino o ilegal, mientras permiten un uso creativo legítimo.
Lo que los creadores realmente podrán hacer
Aquí es donde se pone interesante. Los usuarios no tendrán libertad ilimitada. El acuerdo excluye las likeness y voces de talentos, protegiendo los derechos de los actores humanos y sus derechos de imagen. Pero dentro de estos límites, las posibilidades creativas se expanden dramáticamente. Los personajes disponibles a través de Sora incluyen Mickey Mouse, Cenicienta, Ariel, Iron Man, Darth Vader y más de 195 otros de Disney, Marvel, Pixar y Star Wars.
Más allá de la generación de videos, los usuarios también podrán crear imágenes usando la misma propiedad intelectual a través de ChatGPT Images. Disney+ incluso mostrará selecciones curadas de contenido generado por Sora, convirtiendo la creatividad de los usuarios en programación de la plataforma.
Qué significa esto para la industria
Esta asociación señala algo importante: las grandes empresas de medios ya no solo luchan contra la IA—la están adoptando en sus propios términos. La disposición de Disney a licenciar sus personajes refleja confianza en que la colaboración estructurada supera a los litigios interminables. El marco refuerza los compromisos de proteger los derechos de los creadores, garantizar la seguridad de los usuarios y respetar las industrias creativas.
Para Sora, la aprobación de Disney podría acelerar su adopción. Para la seguridad de la IA, el precedente importa: demostrar que las preocupaciones de derechos de autor pueden abordarse mediante colaboración en lugar de prohibición.
El movimiento de las acciones refleja el sentimiento de los inversores. DIS cotizó a $111.19, subiendo un 2.17% tras el anuncio.
La verdadera prueba llegará el próximo año, cuando los usuarios de Sora puedan crear videos con estos personajes icónicos. Queda por ver si este modelo se convertirá en el estándar para otras empresas de entretenimiento.