La Reserva Federal japonesa enfrenta una decisión clave. El dólar/yen (USD/JPY) ha subido recientemente hasta 157.89, a solo un paso de la barrera de 160, y el mercado en general espera que, si no hay medidas contundentes por parte del banco central, romper los 160 no sea más que cuestión de tiempo.
Estímulos fiscales impulsan la presión sobre el yen
El 21 de noviembre, el gobierno japonés aprobó oficialmente un plan de apoyo económico por un valor de 21.3 billones de yenes, la mayor partida adicional desde la pandemia. El núcleo del plan consiste en hacer frente a la subida de precios, de los cuales 11.7 billones de yenes se destinarán directamente a aliviar la inflación, mientras que el resto se invertirá en áreas clave de desarrollo.
En cuanto a las fuentes de financiación, el gobierno planea obtener recursos mediante el aumento de impuestos impulsado por la inflación y la emisión de nuevos bonos gubernamentales. La Oficina del Gabinete japonés tiene previsto aprobar el presupuesto complementario a más tardar el 28 de noviembre y buscar su aprobación en el parlamento antes de fin de año.
Tras el anuncio, la reacción del mercado fue rápida. El 20 de noviembre, el rendimiento de los bonos a 10 años en Japón subió hasta 1.842%, alcanzando un máximo desde 2008. Al mismo tiempo, el USD/JPY también alcanzó un máximo en 10 meses.
La depreciación del tipo de cambio aumenta la presión inflacionaria y el banco central se enfrenta a un dilema
La evaluación del gobernador del Banco de Japón, Ueda Kazuo, sobre la situación actual merece atención. Él señaló que la persistente debilidad del yen sigue elevando las expectativas de inflación — los precios de los bienes importados suben debido a la depreciación de la moneda, y las empresas están más dispuestas a aumentar salarios y precios de venta.
Ueda Kazuo enfatizó que el mecanismo de transmisión de la volatilidad del tipo de cambio a los precios se está fortaleciendo, y que el banco central debe mantenerse alerta. Estas declaraciones fueron interpretadas por el mercado como una señal de que podría decidir subir las tasas en la reunión de diciembre.
Sin embargo, el aumento de las tasas por parte del banco central entra en conflicto con el gran plan de estímulo económico del gobierno. Subir las tasas frenaría el crecimiento económico y aumentaría los costos de endeudamiento, mientras que el plan de apoyo de 21.3 billones de yenes busca estimular la economía. La tensión entre estas políticas se ha convertido en un foco de atención para el mercado.
La barrera de 160 se convierte en una prueba decisiva para el mercado
Los 160 se han convertido en un nivel clave tanto para el análisis técnico como para la psicología del mercado. Las autoridades japonesas han intervenido varias veces en esta zona en el pasado para intentar estabilizar el yen.
El estratega de divisas del National Australia Bank, Rodrigo Catril, comparte la visión general del mercado. Él considera que, si la intervención carece de respaldo fiscal o monetario, su efectividad será limitada y podría crear oportunidades para los traders bajistas del yen. Espera que, si el banco central sube las tasas en diciembre, el USD/JPY podría volver por debajo de 150; pero si el banco opta por mantener la política sin cambios, la ruptura de los 160 será muy probable.
El rumbo del yen finalmente dependerá de la decisión del banco central — si el aumento de tasas será la clave para cambiar la tendencia, o si la necesidad de estímulo económico hará que el banco central quede a la defensiva. La respuesta se revelará en la reunión del mes de diciembre.
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Análisis de la tendencia del yen japonés: el dilema entre subir tasas de interés y estímulo económico
La Reserva Federal japonesa enfrenta una decisión clave. El dólar/yen (USD/JPY) ha subido recientemente hasta 157.89, a solo un paso de la barrera de 160, y el mercado en general espera que, si no hay medidas contundentes por parte del banco central, romper los 160 no sea más que cuestión de tiempo.
Estímulos fiscales impulsan la presión sobre el yen
El 21 de noviembre, el gobierno japonés aprobó oficialmente un plan de apoyo económico por un valor de 21.3 billones de yenes, la mayor partida adicional desde la pandemia. El núcleo del plan consiste en hacer frente a la subida de precios, de los cuales 11.7 billones de yenes se destinarán directamente a aliviar la inflación, mientras que el resto se invertirá en áreas clave de desarrollo.
En cuanto a las fuentes de financiación, el gobierno planea obtener recursos mediante el aumento de impuestos impulsado por la inflación y la emisión de nuevos bonos gubernamentales. La Oficina del Gabinete japonés tiene previsto aprobar el presupuesto complementario a más tardar el 28 de noviembre y buscar su aprobación en el parlamento antes de fin de año.
Tras el anuncio, la reacción del mercado fue rápida. El 20 de noviembre, el rendimiento de los bonos a 10 años en Japón subió hasta 1.842%, alcanzando un máximo desde 2008. Al mismo tiempo, el USD/JPY también alcanzó un máximo en 10 meses.
La depreciación del tipo de cambio aumenta la presión inflacionaria y el banco central se enfrenta a un dilema
La evaluación del gobernador del Banco de Japón, Ueda Kazuo, sobre la situación actual merece atención. Él señaló que la persistente debilidad del yen sigue elevando las expectativas de inflación — los precios de los bienes importados suben debido a la depreciación de la moneda, y las empresas están más dispuestas a aumentar salarios y precios de venta.
Ueda Kazuo enfatizó que el mecanismo de transmisión de la volatilidad del tipo de cambio a los precios se está fortaleciendo, y que el banco central debe mantenerse alerta. Estas declaraciones fueron interpretadas por el mercado como una señal de que podría decidir subir las tasas en la reunión de diciembre.
Sin embargo, el aumento de las tasas por parte del banco central entra en conflicto con el gran plan de estímulo económico del gobierno. Subir las tasas frenaría el crecimiento económico y aumentaría los costos de endeudamiento, mientras que el plan de apoyo de 21.3 billones de yenes busca estimular la economía. La tensión entre estas políticas se ha convertido en un foco de atención para el mercado.
La barrera de 160 se convierte en una prueba decisiva para el mercado
Los 160 se han convertido en un nivel clave tanto para el análisis técnico como para la psicología del mercado. Las autoridades japonesas han intervenido varias veces en esta zona en el pasado para intentar estabilizar el yen.
El estratega de divisas del National Australia Bank, Rodrigo Catril, comparte la visión general del mercado. Él considera que, si la intervención carece de respaldo fiscal o monetario, su efectividad será limitada y podría crear oportunidades para los traders bajistas del yen. Espera que, si el banco central sube las tasas en diciembre, el USD/JPY podría volver por debajo de 150; pero si el banco opta por mantener la política sin cambios, la ruptura de los 160 será muy probable.
El rumbo del yen finalmente dependerá de la decisión del banco central — si el aumento de tasas será la clave para cambiar la tendencia, o si la necesidad de estímulo económico hará que el banco central quede a la defensiva. La respuesta se revelará en la reunión del mes de diciembre.