Las aplicaciones creativas del chip de interfaz cerebro-máquina Neuralink avanzan nuevamente. Un usuario, mediante la implantación del chip, logró controlar directamente un software de dibujo a través de señales cerebrales y completar una obra creativa. Esto demuestra la posibilidad de que la tecnología de interfaz cerebro-máquina se expanda desde aplicaciones médicas hacia el ámbito creativo.

Aunque todavía está en una etapa temprana, estos casos de aplicación son suficientes para indicar que, cuando la tecnología de interacción cerebro-máquina madure, la forma en que los humanos interactúan con las herramientas digitales podría ser completamente revolucionada. La diferencia de tiempo entre pensar y expresar se acortará enormemente, lo cual es una dirección que merece atención en la industria creativa, el arte digital e incluso en los escenarios de Web3.

Qué impacto tendrán estos avances tecnológicos en el ecosistema de creación digital del futuro, realmente es algo que genera expectativas.