Una mesa redonda sobre «Supervisión financiera y privacidad» celebrada recientemente en la sede de la SEC se convirtió en un punto de inflexión para el mercado de las monedas de privacidad.

Zooko Wilcox, fundador de Zcash, declaró en el evento: «La privacidad es un derecho otorgado por la Constitución de EE. UU., y cada persona tiene el derecho de decidir cuánto información desea compartir». Sus palabras fueron contundentes, y no se limitó a la teoría: en vivo, realizó una demostración con la billetera Zashi, mostrando claramente el mecanismo de privacidad selectiva de ZEC.

El significado de este cambio no es menor. Mirando atrás en la historia regulatoria de ZEC, desde ser citado por la SEC en sus primeros años hasta ser ahora invitado a hablar en público, ¿qué ha cambiado? En definitiva, la percepción del mercado y de las autoridades regulatorias sobre las monedas de privacidad está en proceso de ajuste. ZEC no se ha desanimado por la presión regulatoria, sino que ha continuado iterando en aspectos tecnológicos y de aplicación.

Esto también rompe un viejo paradigma: ¿realmente la privacidad y la conformidad están en conflicto? La práctica de ZEC ofrece otra posibilidad: mediante un diseño de privacidad selectiva, los usuarios pueden decidir de manera flexible si activan la protección de privacidad, satisfaciendo así tanto la necesidad de privacidad personal como dejando espacio para la supervisión regulatoria.

Por supuesto, la historia de ZEC todavía está en marcha. Pero este cambio en la actitud de la SEC claramente indica que se ha reconocido el esfuerzo de explorar en el marco de la conformidad para las monedas de privacidad.