Colonizar Marte exige mucho más que una sola nave espacial. Las matemáticas son brutales: con ventanas de lanzamiento que solo se abren una vez cada 26 meses, necesitarías miles de Starships para transportar suficientes personas, recursos e infraestructura para establecer una ciudad autosuficiente. Es una escala que rara vez se discute en los medios de comunicación convencionales, pero que es esencial para cualquiera que esté seriamente interesado en una civilización interplanetaria. El desafío de ingeniería por sí solo redefine cómo pensamos sobre la inversión tecnológica a largo plazo.
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Colonizar Marte exige mucho más que una sola nave espacial. Las matemáticas son brutales: con ventanas de lanzamiento que solo se abren una vez cada 26 meses, necesitarías miles de Starships para transportar suficientes personas, recursos e infraestructura para establecer una ciudad autosuficiente. Es una escala que rara vez se discute en los medios de comunicación convencionales, pero que es esencial para cualquiera que esté seriamente interesado en una civilización interplanetaria. El desafío de ingeniería por sí solo redefine cómo pensamos sobre la inversión tecnológica a largo plazo.