¿Por qué el mercado de criptomonedas siempre tiene "nuevas oportunidades"?

Siempre hay quienes predicen un declive en el mercado: que ya se han emitido demasiadas monedas y las oportunidades se acabaron. Que después de BTC no hubo innovación, que después de Ethereum no surgieron nuevas cadenas públicas, que tras las meme coins ya no hay historias de riqueza rápida.

Esta lógica suena convincente. Desde la fiebre de las ICO en 2017, pasando por la explosión de los tokens ERC-20, hasta la aparición reciente de plataformas de emisión de tokens sin barreras de entrada y de inscripciones en blockchain, la oferta de tokens ha pasado de ser escasa a desbordante. Por lógica, ya debería estar saturado.

Pero la realidad da en la cara. Cada vez que la gente piensa que no hay más espacio para innovar, siempre aparece una mente más astuta, diseñando nuevas formas de jugar, nuevas historias de riqueza rápida.

¿Y por qué?

Porque lo verdaderamente escaso nunca son las monedas —las hay a montones. Lo que escasea son las oportunidades de ganar dinero, las oportunidades de enriquecerse rápidamente. El dinero caliente no persigue las monedas, sino la escasez.

Mientras esa escasez exista (y casi será eterna), el dinero caliente seguirá persiguiéndola sin cesar. El mercado y la industria seguirán generando nuevas oportunidades. Es como si siempre hubiera un herrero capaz de diseñar nuevos juegos, haciendo que el burro siga girando en la rueda — el burro no desaparecerá, y el nuevo molino nunca faltará.

El problema es que la mayoría de los participantes suelen ignorar una verdad cruel: que el proceso de buscar ganar dinero y enriquecerse termina casi siempre en pérdidas y en quedárselo todo. Intentar con un burro limitado alcanzar un escenario infinito ya está predestinado.

Los que realmente ganan mucho dinero, desde siempre, son solo tres tipos de personas: los dueños del molino (las plataformas de intercambio y emisión), los manipuladores que montan la trampa y las plataformas que crean sueños. ¿Y los demás? Solo están aportando energía a esta máquina de movimiento perpetuo.