Recientemente revisé los datos de mis cuentas de trading de los últimos años y me di cuenta de que la trayectoria de mi vida realmente ha sido cambiada por esta industria. Recuerdo que hace tres años, con un capital ajustado, tenía que planificar cada centavo, vigilando todo el día la gráfica para no cometer un error y sufrir una liquidación. Pero ahora, gracias a las ganancias acumuladas mediante el trading de activos digitales, ya he resuelto esas grandes cuestiones de la vida—puedo decir que realmente tengo algo de confianza.

En 2024, la cuenta principal se multiplicó por 42 veces. Durante el proceso, también retiré fondos en dos ocasiones por asuntos importantes de la vida, de no haber sido así, los resultados serían aún mejor. Pero más allá de los números en sí, lo que más me alegra es: finalmente me he librado de esos días en los que miraba la pantalla a las 3 de la madrugada con el corazón acelerado, y ya no tengo que preocuparme por abrir los ojos y ver mi cuenta en ceros.

Tras ocho años en este círculo, he visto muchas trampas de los novatos—empiezan con unos pocos miles, suben un 2% y se dejan llevar por la euforia, caen un 3% y cortan pérdidas, y al final la cuenta termina irreconocible. Su problema no es el dinero, sino que ven el «trading» como si fuera «suerte», confundiendo totalmente la dirección correcta.

Mi estrategia de operación consta de estos cuatro pasos, que son simples hasta el extremo, pero los que realmente los aplican, nunca he visto que pierdan todo el capital:

**Paso uno: la gestión de posiciones es como construir con bloques, un tercio es el punto de partida**

Ya tengas 3000 o 30000 en la cuenta, siempre usa solo un tercio para abrir la primera operación. No muevas el resto del dinero, esto no es ser conservador—es la capital para seguir viviendo. He visto a demasiadas personas que, con prisa, apuestan todo en una sola criptomoneda, y un cisne negro acaba con todo. Deja un margen, solo así tendrás oportunidad de revertir la situación.