Los mercados de criptomonedas ocasionalmente ofrecen ventanas de oportunidad doradas—momentos en los que las jugadas contrarias la mayoría descarta como una tontería. La cuestión es que no necesitas captar cada mínimo. Incluso entrar en medio de un ciclo puede generar riquezas que la mayoría nunca verá. El mercado recompensa a quienes están dispuestos a actuar cuando el sentimiento grita lo contrario. Ni siquiera tienes que sincronizarlo perfectamente. ¿Entrar "tarde-temprano" en lugar de perder el movimiento por completo? Esa diferencia por sí sola puede convertir un capital modesto en retornos que cambian la vida. Estas oportunidades ciclan regularmente si estás atento. La clave es reconocer qué momentos realmente tienen respaldo frente a la hype que se desvanece.