Octubre trajo un cambio inesperado en el impulso industrial de Asia Oriental. Después de dos meses sólidos de expansión de ganancias en los sectores manufactureros, las últimas cifras muestran una contracción, un recordatorio de que los caminos de recuperación rara vez avanzan en líneas rectas.

Para aquellos que están atentos a las señales macroeconómicas, esto importa. La producción industrial a menudo anticipa la salud económica más amplia, que eventualmente se filtra en el apetito por el riesgo en todas las clases de activos. Cuando las ganancias de las fábricas tropiezan, las condiciones de liquidez tienden a endurecerse, y eso repercute en los mercados de acciones, las materias primas y, sí, los activos digitales.

La pregunta ahora: ¿un bache temporal o una reversión de tendencia? El contexto importa aquí: los patrones de demanda global, las presiones en la cadena de suministro y los cambios en la política monetaria juegan un papel. Vale la pena mantenerlo en el radar a medida que se desarrolla el cuarto trimestre.