El cierre del gobierno de EE. UU. ha sido un drenaje de liquidez en cámara lenta para las criptomonedas, y nadie está hablando del verdadero mecanismo.
Esto es lo que está sucediendo: Cuando el Tesoro de EE. UU. acumula efectivo en lugar de gastarlo, ese dinero queda bloqueado en la Cuenta General del Tesoro (TGA). Desde julio, cuando se levantó el techo de la deuda, el TGA se hinchó a $850 billion+—esencialmente sacando el 8% de dólares del sistema financiero. ¿Bitcoin? Ha bajado aproximadamente un 5% en el mismo periodo.
Los traders de criptomonedas se obsesionan con el sentimiento y las actualizaciones tecnológicas, pero los datos cuentan una historia diferente. Bitcoin se comporta como un activo de riesgo sensible a la liquidez—cuando los dólares dejan de fluir, los precios caen; cuando el efectivo regresa, los precios suben. Esta correlación se sitúa en 0.85, más fuerte que la mayoría de las clases de activos tradicionales.
El patrón se repite cada vez
Marzo 2020: Inyecciones de liquidez → Comienza el bull run del COVID
Marzo 2023: Expansión del balance de la Fed → BTC rebota de $20K a $30K
Ahora 2025: Drenaje de TGA = corrección de BTC, esperando la reversión
¿Cuándo ocurre este cambio?
Una vez que Washington vuelva a abrir, el Tesoro comienza a gastar nuevamente. Esos $850 mil millones bloqueados en el TGA fluyen de nuevo hacia bancos, mercados monetarios y sistemas de stablecoin. Arthur Hayes lo llama “QE sigiloso al revés”—primero drena (malo para cripto), luego revierte (bueno para cripto).
Agregue los vientos macro favorables: expectativas de recortes de tasas para principios de 2026, aumento de liquidez en China/Japón y apalancamiento ya eliminado. La configuración está ahí para que BTC empuje hacia $110K–$115K en el próximo trimestre, asumiendo que no haya nuevos choques.
Conclusión: Bitcoin no se desplomó porque los inversores perdieran la fe. Se desplomó porque su dinero literalmente no puede moverse a través del sistema. Una vez que termine el cierre, observa cómo fluye la liquidez—y observa cómo sigue Bitcoin.
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Por qué el colapso de Bitcoin no se trata de confianza—se trata de dólares congelados
El cierre del gobierno de EE. UU. ha sido un drenaje de liquidez en cámara lenta para las criptomonedas, y nadie está hablando del verdadero mecanismo.
Esto es lo que está sucediendo: Cuando el Tesoro de EE. UU. acumula efectivo en lugar de gastarlo, ese dinero queda bloqueado en la Cuenta General del Tesoro (TGA). Desde julio, cuando se levantó el techo de la deuda, el TGA se hinchó a $850 billion+—esencialmente sacando el 8% de dólares del sistema financiero. ¿Bitcoin? Ha bajado aproximadamente un 5% en el mismo periodo.
Los traders de criptomonedas se obsesionan con el sentimiento y las actualizaciones tecnológicas, pero los datos cuentan una historia diferente. Bitcoin se comporta como un activo de riesgo sensible a la liquidez—cuando los dólares dejan de fluir, los precios caen; cuando el efectivo regresa, los precios suben. Esta correlación se sitúa en 0.85, más fuerte que la mayoría de las clases de activos tradicionales.
El patrón se repite cada vez
¿Cuándo ocurre este cambio?
Una vez que Washington vuelva a abrir, el Tesoro comienza a gastar nuevamente. Esos $850 mil millones bloqueados en el TGA fluyen de nuevo hacia bancos, mercados monetarios y sistemas de stablecoin. Arthur Hayes lo llama “QE sigiloso al revés”—primero drena (malo para cripto), luego revierte (bueno para cripto).
Agregue los vientos macro favorables: expectativas de recortes de tasas para principios de 2026, aumento de liquidez en China/Japón y apalancamiento ya eliminado. La configuración está ahí para que BTC empuje hacia $110K–$115K en el próximo trimestre, asumiendo que no haya nuevos choques.
Conclusión: Bitcoin no se desplomó porque los inversores perdieran la fe. Se desplomó porque su dinero literalmente no puede moverse a través del sistema. Una vez que termine el cierre, observa cómo fluye la liquidez—y observa cómo sigue Bitcoin.