La historia acaba de ser escrita en Asia Central. Kirguistán soltó una bomba con USDKG – una moneda estable respaldada por oro de $50 millones vinculada al dólar. El lanzamiento oficial ocurrió en Bishkek, y aquí está la sorpresa: están mezclando la vieja fuerza regulatoria con la radical transparencia de la blockchain. No estamos hablando de un experimento de DeFi en el sótano de alguien. Hablamos de oro digital sancionado por el gobierno. El tipo de movimiento que te hace preguntar si los estados-nación finalmente están descubriendo cómo jugar el juego de las criptomonedas sin perder el control.