Las generaciones más jóvenes están abandonando el sueño de un solo salario. A medida que los costos de vida suben repentinamente por encima del crecimiento salarial, la acumulación de ingresos se ha convertido en la nueva norma: combinando el empleo tradicional con trabajos como freelance, proyectos de pasión o startups autofinanciadas.

Datos recientes de una importante plataforma de trabajo independiente muestran que casi la mitad de los jóvenes profesionales ahora manejan múltiples fuentes de ingresos. Ya no se trata solo de dinero extra. Para muchos, es la economía de supervivencia que se encuentra con la ambición emprendedora.

El cambio señala algo más grande: una reconsideración fundamental de la seguridad financiera en una época en la que un empleador rara vez garantiza estabilidad.