Las actas de la última reunión de La Reserva Federal (FED) han revelado sorprendentes secretos: las divisiones internas han llegado a un punto que ya no se puede ocultar.

Esta vez no se trata de desacuerdos suaves, sino de un enfrentamiento directo: 10 funcionarios apoyan una reducción de 25 puntos básicos en las tasas de interés, el gobernador Milan pide a sola voz un recorte directo de 50 puntos básicos, mientras que el presidente de la Reserva Federal de Kansas, Schmidt, se opone abiertamente a cualquier acción de reducción de tasas. Tres fuerzas se enfrentan en el lugar, esta situación de extrema división de "más laxo VS más estricto" no se había visto desde 2019.

Lo que es aún más alarmante es el entorno de toma de decisiones. El estancamiento del gobierno ha dejado ausentes todos los datos de empleo y CPI de septiembre, y Powell mismo admitió que "es como conducir en una niebla espesa". Sin datos concretos que lo respalden, los funcionarios solo pueden adivinar la trayectoria económica basándose en indicadores indirectos dispersos. En este vacío informativo, tomar decisiones políticas y no sentir pánico sería falso.

El mercado ya ha votado con sus pies. Hace un mes, la probabilidad de un recorte de tasas en diciembre era del 95%, ahora se ha reducido a alrededor del 50%. Los inversores no tienen idea de lo que hará la Reserva Federal (FED) a continuación, por lo que el aumento de la volatilidad es inevitable.

Para el mercado de criptomonedas, esto significa que cada dato económico que se publique a partir de ahora podría convertirse en un detonante. Antes del 9 de diciembre, cualquier cifra de empleo o inflación podría hacer estallar el mercado, y quienes juegan con alto apalancamiento deben considerar los riesgos.

Ahora la única incógnita es: ¿bajarán las tasas en diciembre o no? ¿Los datos de empleo podrán sostenerse? ¿La inflación volverá a surgir? De todos modos, dentro de la Reserva Federal (FED) tampoco tienen respuesta.