Trump volvió a disparar en las redes sociales, esta vez apuntando directamente al presidente de la Reserva Federal, Powell—con un lenguaje bastante grosero, e incluso expresó públicamente su deseo de reemplazar de inmediato a la dirección de la Reserva Federal.

Sin embargo, la realidad es dura: el presidente en realidad tiene un poder bastante limitado sobre las nominaciones de la Reserva Federal (FED). La esencia de esta guerra de palabras sigue siendo la vieja contradicción entre las políticas de ajuste agresivo y las expectativas de flexibilización: por un lado, se quiere controlar la inflación y estabilizar los precios, y por el otro, se desea inyectar liquidez para proteger el mercado.

Para ser sincero, al final quienes pagan el precio de estas discrepancias a nivel alto suelen ser los inversores comunes. Los amigos que observan las velas lo saben: cuando hay incertidumbre política, la volatilidad se dispara primero.

Recientemente, los movimientos de XRP, ASTER y ZEC son bastante sutiles, y el sentimiento del mercado está claramente en modo de espera. Lo que decida hacer la Reserva Federal (FED) a continuación puede ser más efectivo que cualquier indicador técnico.

Así que en este momento crítico, en lugar de adivinar las políticas, es mejor controlar bien las posiciones, después de todo, nadie sabe cuándo estos dos grandes personajes se calmarán.