#ETH El mercado vuelve a ver a grandes inversores arruinados huyendo. Una ballena de Ethereum construyó una posición a un precio promedio de 3581 dólares en al contado, pero finalmente no pudo soportar la presión y cerró todas las posiciones, evaporando directamente 18.8 millones de dólares.
A decir verdad, ¿por qué ETH siempre tiene esos pinchazos instantáneos? La respuesta es bastante obvia: ese supuesto "dinero inteligente" no está tan tranquilo como piensas. Cuando sube, persiguen los precios locamente, y cuando baja un par de veces, se ponen nerviosos así, son típicos jugadores de perseguir alza y vender en baja.
Si los grandes inversores son así, los minoristas deben tener más cuidado con las operaciones emocionalmente impulsivas. El mercado nunca carece de dramatismo, lo que falta es la determinación para soportar la volatilidad.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Recompensa
Me gusta
1
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
LuckyYuan
· 11-18 13:00
¡Agárrate bien, que vamos a despegar To the moon 🛫
#ETH El mercado vuelve a ver a grandes inversores arruinados huyendo. Una ballena de Ethereum construyó una posición a un precio promedio de 3581 dólares en al contado, pero finalmente no pudo soportar la presión y cerró todas las posiciones, evaporando directamente 18.8 millones de dólares.
A decir verdad, ¿por qué ETH siempre tiene esos pinchazos instantáneos? La respuesta es bastante obvia: ese supuesto "dinero inteligente" no está tan tranquilo como piensas. Cuando sube, persiguen los precios locamente, y cuando baja un par de veces, se ponen nerviosos así, son típicos jugadores de perseguir alza y vender en baja.
Si los grandes inversores son así, los minoristas deben tener más cuidado con las operaciones emocionalmente impulsivas. El mercado nunca carece de dramatismo, lo que falta es la determinación para soportar la volatilidad.