Hay un proyecto interesante que lleva un tiempo dando vueltas: Sweatcoin, una app que convierte tus pasos en tokens SWEAT. La mecánica es simple: 7000 pasos ≈ 1 Sweatcoin.
¿De qué va esto?
Basicamente, la app registra tu actividad diaria (disponible en iOS y Android) y te recompensa con tokens que puedes tradear en exchanges. La idea suena bien: motivar a la gente a moverse más mientras ganan dinero. Algunos lo ven como una forma legítima de monetizar tu lifestyle saludable; otros como un gimmick más del ecosistema crypto.
El reality check:
El token SWEAT cotiza activamente, pero su precio es volátil como cualquier otro asset pequeño. La estabilidad a largo plazo depende de dos factores críticos: que la gente siga usando la app (retención de usuarios) y que haya suficiente demanda de adoption en exchanges.
Tiene potencial como herramienta de engagement, pero no es una mina de oro garantizada. El ROI real depende de cuándo entres, cuánto consigas por paso (que varía según actividad) y cuándo vendas.
TLDR: Sweatcoin está en ese espacio entre fintech y gamification. Vale la pena probarla si te late hacer ejercicio de todas formas, pero no esperes hacerte rico con tus pasos.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Sweatcoin: ¿La criptomoneda que te paga por caminar?
Hay un proyecto interesante que lleva un tiempo dando vueltas: Sweatcoin, una app que convierte tus pasos en tokens SWEAT. La mecánica es simple: 7000 pasos ≈ 1 Sweatcoin.
¿De qué va esto?
Basicamente, la app registra tu actividad diaria (disponible en iOS y Android) y te recompensa con tokens que puedes tradear en exchanges. La idea suena bien: motivar a la gente a moverse más mientras ganan dinero. Algunos lo ven como una forma legítima de monetizar tu lifestyle saludable; otros como un gimmick más del ecosistema crypto.
El reality check:
El token SWEAT cotiza activamente, pero su precio es volátil como cualquier otro asset pequeño. La estabilidad a largo plazo depende de dos factores críticos: que la gente siga usando la app (retención de usuarios) y que haya suficiente demanda de adoption en exchanges.
Tiene potencial como herramienta de engagement, pero no es una mina de oro garantizada. El ROI real depende de cuándo entres, cuánto consigas por paso (que varía según actividad) y cuándo vendas.
TLDR: Sweatcoin está en ese espacio entre fintech y gamification. Vale la pena probarla si te late hacer ejercicio de todas formas, pero no esperes hacerte rico con tus pasos.