¡La confianza proviene de la acción! Muchas personas piensan que primero deben tener confianza para actuar, ¡esto está completamente al revés! La verdadera situación es que la acción crea confianza, sentarse ahí soñando y preocupándose por no hacerlo bien solo te hará dudar más de ti mismo. La verdadera confianza no aparece de la nada, es un subproducto de tus acciones. Cada vez que superas el miedo, incluso dando un pequeño paso, como hacer una llamada que temes, publicar una obra o simplemente empezar a estudiar durante cinco minutos, te estás demostrando a ti mismo que puedes hacerlo. Estas pequeñas victorias se acumulan constantemente y son la base de la confianza. No esperes a sentirte listo para comenzar, empieza a actuar directamente, incluso si tus movimientos son torpes, completar es más importante que la perfección. Cuanto más hagas, más evidencia de que puedes hacerlo acumularás, y la confianza naturalmente aumentará; recuerda que la confianza no es un punto de partida, es la estación final de la acción.