Ethereum y Solana encarnan dos visiones opuestas: Ethereum como la cautelosa "capa de liquidación de valor", y Solana como la arriesgada y rápida "autopista de aplicaciones."
La liquidez y la actividad de los usuarios están cambiando: el volumen de DeFi y DEX de Solana ha superado repetidamente al de Ethereum, mostrando que la eficiencia de capital y las bajas tarifas están atrayendo a usuarios y comerciantes a su ecosistema.
El futuro puede no ser de suma cero: Con Firedancer escalando Solana a casi un millón de TPS y Ethereum impulsando la interoperabilidad de Rollup, es probable que ambas cadenas coexistan, formando diferentes capas de Web3.
A principios de 2025, un momento capturó la atención del mundo cripto: durante un fin de semana de enero, los intercambios descentralizados en Solana procesaron más volumen de trading que Ethereum, apoderándose brevemente del 52% del mercado total. En Twitter, "Solo posible en Solana (OPOS)" fue tendencia mientras los simpatizantes celebraban el amanecer de una nueva era. Los leales a Ethereum rápidamente respondieron, recordando a todos que Ethereum sigue siendo la "capa de liquidación de cripto" y que un solo fin de semana de picos de trading no cambia eso. No se trataba solo de números: era un choque de visiones. Solana está apostando todo por una escalabilidad extrema de cadena única, mientras que Ethereum está reforzando la escalabilidad en capas a través de Rollups. Su rivalidad se trata de rendimiento y escala, pero también de ideología y el futuro de internet mismo.
LA GUERRA DE LA VELOCIDAD Y LA FINALIDAD
Si Ethereum es el corredor de maratón, Solana es el velocista. Desde su lanzamiento en 2015, Ethereum ha priorizado la seguridad y la descentralización, aceptando límites en el rendimiento y la estabilidad de tarifas. Solana, lanzada en 2020, se propuso ser una "blockchain a escala web" desde el primer día. Prueba de Historia, Tower BFT, ejecución paralela Sealevel, propagación de datos Turbine: juntas, estas innovaciones le dieron a Solana una confirmación de menos de un segundo y miles de TPS en una sola cadena. La capa base de Ethereum, incluso con Rollups, todavía se mueve en las decenas.
Pero la velocidad tiene un costo. Entre 2021 y 2023, Solana sufrió repetidas caídas, la más larga de 17 horas. La comunidad incluso bromeó diciendo que eran "pilotos de pruebas", reiniciando la red como si fuera un avión experimental. Ethereum, con su consenso más lento, nunca ha visto fallos completos del sistema y se considera el estándar de fiabilidad. Esa división dio a las cadenas sus reputaciones: Ethereum como la "capa de liquidación dorada", Solana como el "perseguidor de velocidad" que asume riesgos.
Para 2024, sin embargo, la marea estaba cambiando. Los mercados de tarifas locales y las mejoras en los validadores trajeron un año de estabilidad. El cliente Firedancer de Jump Crypto mostró un rendimiento de prueba de más de 600,000 TPS, señalando el margen de Solana. La hoja de ruta de Ethereum se dirige hacia el Danksharding y el Proto-Danksharding, mientras que los Rollups llevan la mayor parte de la carga de escalado actual. Se siente como dos sistemas operativos diferentes: Solana empujando el rendimiento máximo en una sola máquina, Ethereum sentando las bases para un internet distribuido. Qué visión prevalecerá puede no ser claro hasta dentro de una década.
DEFI Y LA MIGRACIÓN DE LIQUIDEZ
Los flujos de capital cuentan la historia. Cuando FTX colapsó en 2022, el DeFi de Solana parecía terminado: el TVL cayó por debajo de los 300 millones de dólares. A finales de 2024, con SOL rebotando y el staking líquido en auge, el TVL se disparó a 8.6 mil millones de dólares, superando a Tron y quedando solo detrás de Ethereum. La actividad fue intensa: el agregador Jupiter manejó más del 80% de los intercambios y más de 100 mil millones de dólares en volumen total. Orca, Raydium, Meteora y Lifinity mostraron cuán creativos podían ser los AMMs, mientras que OpenBook y Phoenix introdujeron libros de órdenes en la cadena y trading de alta frecuencia, algo que la red principal de Ethereum simplemente no puede ofrecer.
Ethereum aún ancla el mundo DeFi. Aave, MakerDAO y Uniswap son gigantes arraigados, y Rollups como Arbitrum absorben una enorme liquidez. Pero la experiencia del usuario cuenta una historia diferente. Los traders de Ethereum enfrentan puentes L2, retrasos en los retiros y tarifas volátiles. En Solana, las operaciones complejas se liquidan al instante por centavos. Como bromeó un trader, “En Ethereum, el gas se lleva la mitad de una operación de $100; en Solana, puedo dividir esos $100 en diez órdenes límite sin pensarlo dos veces.”
Esa brecha está cambiando flujos. A principios de 2025, el volumen de DEX de Solana superó repetidamente al de Ethereum, y los usuarios activos diarios cruzaron los dos millones. Para Solana, la eficiencia no es solo una métrica, es la narrativa. Ethereum se apoya en la seguridad y la confianza institucional; Solana se presenta como el patio de recreo donde el capital puede moverse a la velocidad del pensamiento.
COMUNIDAD, CULTURA Y EL DEBATE SOBRE LA DESCENTRALIZACIÓN
Las comunidades moldean las cadenas tanto como el código. La cultura de Ethereum es cautelosa y académica. Las actualizaciones pasan por largos debates y auditorías, con consenso forjado en público. Solana se siente más como un hackathon en curso. Competencias globales atraen a decenas de miles de desarrolladores. Marcos como Anchor, Seahorse (Python) y Solang (Solidity) reducen las barreras. Equipos como Coral, Metaplex y Jito se mueven rápido, y la comunidad prospera en el humor, la rapidez y la autocrítica.
Ese contraste se muestra en los debates sobre descentralización. Los críticos argumentan que las demandas de hardware de Solana mantienen a los validadores en centros de datos, no en hogares. Edward Snowden una vez lo criticó por "centralizar la eficiencia". Pero el coeficiente de Nakamoto de Solana—cuántos validadores se necesitan para coludirse y atacar—frecuentemente supera 30, uno de los más altos en PoS. El verdadero problema es la diversidad de clientes: más del 95% de los validadores todavía utilizan el cliente de Solana Labs. Firedancer podría cambiar eso.
La gobernanza también diverge. Ethereum funciona como un estado federal con una constitución: propuestas abiertas, consenso comunitario. Solana está más cerca de una startup: dirigida por una fundación, impulsada por subvenciones, decisiones tomadas rápidamente. Ethereum resiste la captura pero se mueve lentamente. Solana itera rápidamente pero corre el riesgo de cometer errores. Eso moldea sus identidades: Ethereum como el foro del erudito, Solana como el taller del ingeniero.
LA ENCRUCIJADA DEL FUTURO
Los últimos años se trataron de demostrar que Solana no era un software fantasma. Los próximos años probarán si puede estar al lado de Ethereum como infraestructura central. Firedancer podría impulsar el rendimiento hacia un millón de TPS. Las integraciones de IA, el teléfono Saga y proyectos DePIN como Helium y Hivemapper apuntan a nuevas fronteras. Ethereum se adentra más en la escalabilidad de Rollup, abordando la centralización de secuenciadores y construyendo interoperabilidad entre Rollups. Sus caminos divergen ahora, pero están destinados a converger en la configuración del futuro de la industria.
Los mercados ya están señalando creencias. En 2025, Wall Street vertió miles de millones en Solana: Forward Industries recaudó $1.65 mil millones para comprar SOL, el fondo BUIDL de BlackRock se implementó de manera nativa, Visa pilotó la liquidación de USDC. Solían ser los titulares de Ethereum. Ethereum todavía domina las asignaciones institucionales, con estabilidad y claridad regulatoria como su escudo. El futuro probable no es de suma cero: Ethereum como la “corte suprema del valor,” Solana como la “autopista de aplicaciones.” Los usuarios pueden liquidar en Ethereum, pero comerciar, jugar y construir a gran escala en Solana.
Uno es el centro financiero global. El otro es el bullicioso cruce de cultura y comercio. Su rivalidad no coronará a un solo ganador. Pero definirá la dirección de Web3. Velocidad y seguridad, riesgo y resistencia, expansión y cautela—estos compromisos decidirán si las blockchains pueden escalar verdaderamente a miles de millones de usuarios.
〈Solana y Ethereum: El enfrentamiento final de rendimiento, ecosistema y creencias〉 este artículo fue publicado por primera vez en "CoinRank".
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Solana y Ethereum: El enfrentamiento final de rendimiento, ecosistema y creencias
Ethereum y Solana encarnan dos visiones opuestas: Ethereum como la cautelosa "capa de liquidación de valor", y Solana como la arriesgada y rápida "autopista de aplicaciones."
La liquidez y la actividad de los usuarios están cambiando: el volumen de DeFi y DEX de Solana ha superado repetidamente al de Ethereum, mostrando que la eficiencia de capital y las bajas tarifas están atrayendo a usuarios y comerciantes a su ecosistema.
El futuro puede no ser de suma cero: Con Firedancer escalando Solana a casi un millón de TPS y Ethereum impulsando la interoperabilidad de Rollup, es probable que ambas cadenas coexistan, formando diferentes capas de Web3.
A principios de 2025, un momento capturó la atención del mundo cripto: durante un fin de semana de enero, los intercambios descentralizados en Solana procesaron más volumen de trading que Ethereum, apoderándose brevemente del 52% del mercado total. En Twitter, "Solo posible en Solana (OPOS)" fue tendencia mientras los simpatizantes celebraban el amanecer de una nueva era. Los leales a Ethereum rápidamente respondieron, recordando a todos que Ethereum sigue siendo la "capa de liquidación de cripto" y que un solo fin de semana de picos de trading no cambia eso. No se trataba solo de números: era un choque de visiones. Solana está apostando todo por una escalabilidad extrema de cadena única, mientras que Ethereum está reforzando la escalabilidad en capas a través de Rollups. Su rivalidad se trata de rendimiento y escala, pero también de ideología y el futuro de internet mismo.
LA GUERRA DE LA VELOCIDAD Y LA FINALIDAD
Si Ethereum es el corredor de maratón, Solana es el velocista. Desde su lanzamiento en 2015, Ethereum ha priorizado la seguridad y la descentralización, aceptando límites en el rendimiento y la estabilidad de tarifas. Solana, lanzada en 2020, se propuso ser una "blockchain a escala web" desde el primer día. Prueba de Historia, Tower BFT, ejecución paralela Sealevel, propagación de datos Turbine: juntas, estas innovaciones le dieron a Solana una confirmación de menos de un segundo y miles de TPS en una sola cadena. La capa base de Ethereum, incluso con Rollups, todavía se mueve en las decenas.
Pero la velocidad tiene un costo. Entre 2021 y 2023, Solana sufrió repetidas caídas, la más larga de 17 horas. La comunidad incluso bromeó diciendo que eran "pilotos de pruebas", reiniciando la red como si fuera un avión experimental. Ethereum, con su consenso más lento, nunca ha visto fallos completos del sistema y se considera el estándar de fiabilidad. Esa división dio a las cadenas sus reputaciones: Ethereum como la "capa de liquidación dorada", Solana como el "perseguidor de velocidad" que asume riesgos.
Para 2024, sin embargo, la marea estaba cambiando. Los mercados de tarifas locales y las mejoras en los validadores trajeron un año de estabilidad. El cliente Firedancer de Jump Crypto mostró un rendimiento de prueba de más de 600,000 TPS, señalando el margen de Solana. La hoja de ruta de Ethereum se dirige hacia el Danksharding y el Proto-Danksharding, mientras que los Rollups llevan la mayor parte de la carga de escalado actual. Se siente como dos sistemas operativos diferentes: Solana empujando el rendimiento máximo en una sola máquina, Ethereum sentando las bases para un internet distribuido. Qué visión prevalecerá puede no ser claro hasta dentro de una década.
DEFI Y LA MIGRACIÓN DE LIQUIDEZ
Los flujos de capital cuentan la historia. Cuando FTX colapsó en 2022, el DeFi de Solana parecía terminado: el TVL cayó por debajo de los 300 millones de dólares. A finales de 2024, con SOL rebotando y el staking líquido en auge, el TVL se disparó a 8.6 mil millones de dólares, superando a Tron y quedando solo detrás de Ethereum. La actividad fue intensa: el agregador Jupiter manejó más del 80% de los intercambios y más de 100 mil millones de dólares en volumen total. Orca, Raydium, Meteora y Lifinity mostraron cuán creativos podían ser los AMMs, mientras que OpenBook y Phoenix introdujeron libros de órdenes en la cadena y trading de alta frecuencia, algo que la red principal de Ethereum simplemente no puede ofrecer.
Ethereum aún ancla el mundo DeFi. Aave, MakerDAO y Uniswap son gigantes arraigados, y Rollups como Arbitrum absorben una enorme liquidez. Pero la experiencia del usuario cuenta una historia diferente. Los traders de Ethereum enfrentan puentes L2, retrasos en los retiros y tarifas volátiles. En Solana, las operaciones complejas se liquidan al instante por centavos. Como bromeó un trader, “En Ethereum, el gas se lleva la mitad de una operación de $100; en Solana, puedo dividir esos $100 en diez órdenes límite sin pensarlo dos veces.”
Esa brecha está cambiando flujos. A principios de 2025, el volumen de DEX de Solana superó repetidamente al de Ethereum, y los usuarios activos diarios cruzaron los dos millones. Para Solana, la eficiencia no es solo una métrica, es la narrativa. Ethereum se apoya en la seguridad y la confianza institucional; Solana se presenta como el patio de recreo donde el capital puede moverse a la velocidad del pensamiento.
COMUNIDAD, CULTURA Y EL DEBATE SOBRE LA DESCENTRALIZACIÓN
Las comunidades moldean las cadenas tanto como el código. La cultura de Ethereum es cautelosa y académica. Las actualizaciones pasan por largos debates y auditorías, con consenso forjado en público. Solana se siente más como un hackathon en curso. Competencias globales atraen a decenas de miles de desarrolladores. Marcos como Anchor, Seahorse (Python) y Solang (Solidity) reducen las barreras. Equipos como Coral, Metaplex y Jito se mueven rápido, y la comunidad prospera en el humor, la rapidez y la autocrítica.
Ese contraste se muestra en los debates sobre descentralización. Los críticos argumentan que las demandas de hardware de Solana mantienen a los validadores en centros de datos, no en hogares. Edward Snowden una vez lo criticó por "centralizar la eficiencia". Pero el coeficiente de Nakamoto de Solana—cuántos validadores se necesitan para coludirse y atacar—frecuentemente supera 30, uno de los más altos en PoS. El verdadero problema es la diversidad de clientes: más del 95% de los validadores todavía utilizan el cliente de Solana Labs. Firedancer podría cambiar eso.
La gobernanza también diverge. Ethereum funciona como un estado federal con una constitución: propuestas abiertas, consenso comunitario. Solana está más cerca de una startup: dirigida por una fundación, impulsada por subvenciones, decisiones tomadas rápidamente. Ethereum resiste la captura pero se mueve lentamente. Solana itera rápidamente pero corre el riesgo de cometer errores. Eso moldea sus identidades: Ethereum como el foro del erudito, Solana como el taller del ingeniero.
LA ENCRUCIJADA DEL FUTURO
Los últimos años se trataron de demostrar que Solana no era un software fantasma. Los próximos años probarán si puede estar al lado de Ethereum como infraestructura central. Firedancer podría impulsar el rendimiento hacia un millón de TPS. Las integraciones de IA, el teléfono Saga y proyectos DePIN como Helium y Hivemapper apuntan a nuevas fronteras. Ethereum se adentra más en la escalabilidad de Rollup, abordando la centralización de secuenciadores y construyendo interoperabilidad entre Rollups. Sus caminos divergen ahora, pero están destinados a converger en la configuración del futuro de la industria.
Los mercados ya están señalando creencias. En 2025, Wall Street vertió miles de millones en Solana: Forward Industries recaudó $1.65 mil millones para comprar SOL, el fondo BUIDL de BlackRock se implementó de manera nativa, Visa pilotó la liquidación de USDC. Solían ser los titulares de Ethereum. Ethereum todavía domina las asignaciones institucionales, con estabilidad y claridad regulatoria como su escudo. El futuro probable no es de suma cero: Ethereum como la “corte suprema del valor,” Solana como la “autopista de aplicaciones.” Los usuarios pueden liquidar en Ethereum, pero comerciar, jugar y construir a gran escala en Solana.
Uno es el centro financiero global. El otro es el bullicioso cruce de cultura y comercio. Su rivalidad no coronará a un solo ganador. Pero definirá la dirección de Web3. Velocidad y seguridad, riesgo y resistencia, expansión y cautela—estos compromisos decidirán si las blockchains pueden escalar verdaderamente a miles de millones de usuarios.
〈Solana y Ethereum: El enfrentamiento final de rendimiento, ecosistema y creencias〉 este artículo fue publicado por primera vez en "CoinRank".