Recientemente, la fluctuación de los datos económicos de Estados Unidos ha suscitado un intenso debate en el mercado sobre la dirección de la política monetaria de la Reserva Federal (FED). El presidente de la Reserva Federal de Cleveland, Harker, ha hecho recientemente una serie de declaraciones contundentes, echando un cubo de agua fría sobre las expectativas generales del mercado de un recorte de tasas en septiembre.
Hamak destacó que la tasa de inflación actual sigue siendo superior al 3%, y los precios de los servicios básicos se mantienen altos, lo que no respalda una reducción de tasas a corto plazo. Ella enfatizó especialmente el riesgo potencial del aumento de los precios de la vivienda y los servicios médicos, así como el posible impacto de los cambios en la política arancelaria sobre la inflación.
Sin embargo, el mercado parece no estar de acuerdo con este punto de vista. Actualmente, el mercado espera en general una reducción de 25 puntos básicos en septiembre, e incluso hay quienes apuestan por una fuerte reducción de 50 puntos básicos. Esta expectativa se basa principalmente en los últimos datos de empleo: en julio, el número de empleos no agrícolas solo aumentó en 73,000, muy por debajo de lo esperado, y la tasa de desempleo también aumentó ligeramente al 4.2%.
Pero Hamak cree que la debilidad del mercado laboral puede ser solo el resultado de una corrección de datos. Ella valora más que la tasa de crecimiento salarial se mantenga por encima del 4%, así como la resistencia del gasto de consumo que creció un 0.5% en comparación con el mes anterior. Estos datos sugieren que la situación económica puede no ser tan mala como parece.
Dentro de la Reserva Federal (FED) también existen divisiones. Algunos funcionarios temen que el mercado laboral pueda deteriorarse aún más y abogan por una reducción de tasas de interés lo antes posible; mientras que otros funcionarios sostienen que no se debe considerar una reducción de tasas antes de que la inflación esté bajo control.
La postura firme de Hamak podría ser para enfriar el mercado y evitar que el optimismo excesivo lleve a condiciones financieras demasiado laxas. Al mismo tiempo, esto también podría estar estableciendo el tono para la próxima reunión anual de Jackson Hole, insinuando que La Reserva Federal (FED) no cambiará su postura política actual a corto plazo.
En última instancia, las decisiones de La Reserva Federal (FED) probablemente dependerán de los datos de inflación y empleo de agosto. Estos datos que se publicarán pronto proporcionarán importantes referencias a La Reserva Federal (FED) para ayudar a los tomadores de decisiones a sopesar los riesgos de inflación y la presión sobre el crecimiento económico. De todos modos, los participantes del mercado deben estar preparados para enfrentar un entorno de altas tasas de interés de manera continua.
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ImpermanentTherapist
· hace13h
La reducción de tasas se ha pospuesto nuevamente, la gente que come tierra lo tiene muy difícil.
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Anon32942
· hace17h
No hay forma de bajarlo.
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ApyWhisperer
· hace17h
La reducción de tasas es falsa
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BlockchainBouncer
· hace18h
Al final, hay que combatir la inflación.
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ImpermanentPhilosopher
· hace18h
La tasa de interés todavía depende de Powell.
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ruggedNotShrugged
· hace18h
Estos datos son una ilusión.
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RadioShackKnight
· hace18h
El sueño de la reducción de tasas debería despertarse.
Recientemente, la fluctuación de los datos económicos de Estados Unidos ha suscitado un intenso debate en el mercado sobre la dirección de la política monetaria de la Reserva Federal (FED). El presidente de la Reserva Federal de Cleveland, Harker, ha hecho recientemente una serie de declaraciones contundentes, echando un cubo de agua fría sobre las expectativas generales del mercado de un recorte de tasas en septiembre.
Hamak destacó que la tasa de inflación actual sigue siendo superior al 3%, y los precios de los servicios básicos se mantienen altos, lo que no respalda una reducción de tasas a corto plazo. Ella enfatizó especialmente el riesgo potencial del aumento de los precios de la vivienda y los servicios médicos, así como el posible impacto de los cambios en la política arancelaria sobre la inflación.
Sin embargo, el mercado parece no estar de acuerdo con este punto de vista. Actualmente, el mercado espera en general una reducción de 25 puntos básicos en septiembre, e incluso hay quienes apuestan por una fuerte reducción de 50 puntos básicos. Esta expectativa se basa principalmente en los últimos datos de empleo: en julio, el número de empleos no agrícolas solo aumentó en 73,000, muy por debajo de lo esperado, y la tasa de desempleo también aumentó ligeramente al 4.2%.
Pero Hamak cree que la debilidad del mercado laboral puede ser solo el resultado de una corrección de datos. Ella valora más que la tasa de crecimiento salarial se mantenga por encima del 4%, así como la resistencia del gasto de consumo que creció un 0.5% en comparación con el mes anterior. Estos datos sugieren que la situación económica puede no ser tan mala como parece.
Dentro de la Reserva Federal (FED) también existen divisiones. Algunos funcionarios temen que el mercado laboral pueda deteriorarse aún más y abogan por una reducción de tasas de interés lo antes posible; mientras que otros funcionarios sostienen que no se debe considerar una reducción de tasas antes de que la inflación esté bajo control.
La postura firme de Hamak podría ser para enfriar el mercado y evitar que el optimismo excesivo lleve a condiciones financieras demasiado laxas. Al mismo tiempo, esto también podría estar estableciendo el tono para la próxima reunión anual de Jackson Hole, insinuando que La Reserva Federal (FED) no cambiará su postura política actual a corto plazo.
En última instancia, las decisiones de La Reserva Federal (FED) probablemente dependerán de los datos de inflación y empleo de agosto. Estos datos que se publicarán pronto proporcionarán importantes referencias a La Reserva Federal (FED) para ayudar a los tomadores de decisiones a sopesar los riesgos de inflación y la presión sobre el crecimiento económico. De todos modos, los participantes del mercado deben estar preparados para enfrentar un entorno de altas tasas de interés de manera continua.