Recientemente, la política monetaria de La Reserva Federal (FED) ha suscitado un amplio interés en el mercado. Muchos inversores apuestan por una reducción de tasas en septiembre, pero esta expectativa podría enfrentar serios desafíos.
Desde la perspectiva de la inflación, la inflación subyacente de julio aumentó un 3.1% interanual y creció un 0.3% en comparación con el mes anterior. Lo que es más preocupante es que la 'superinflación subyacente', que está estrechamente relacionada con el crecimiento salarial, aumentó un 0.55% en comparación con el mes anterior. En esta situación, una reducción de tasas podría estimular aún más la inflación y llevar a un descontrol de los precios.
Los factores arancelarios tampoco deben ser ignorados. Actualmente, el impacto de los nuevos aranceles aún no se ha transmitido completamente a los precios finales. Si en los próximos meses los precios de los productos aumentan repentinamente, una reducción de tasas por parte de La Reserva Federal (FED) en este momento podría llevar a un empeoramiento de la situación inflacionaria.
La estabilidad del mercado laboral también es una consideración importante. La tasa de desempleo actual es inferior al 4%, y el crecimiento salarial alcanza el 4.1%, lo cual se aleja de la imagen de una recesión económica. Dentro de La Reserva Federal (FED), también hay consejeros que creen que una reducción de tasas en un contexto de un mercado laboral fuerte podría desencadenar un rebote en la inflación.
El discurso que Powell va a pronunciar podría romper las expectativas de recortes de tasas. Es muy probable que señale que los datos clave de agosto no se publicarán hasta septiembre, que actualmente no hay fundamentos para un recorte de tasas, y enfatice los riesgos de inflación en respuesta a las dudas externas sobre la política.
El mercado actual muestra una clara divergencia: los inversores comunes siguen apostando por la reducción de tasas, mientras que las grandes instituciones han comenzado a tomar medidas defensivas. La experiencia histórica indica que, en el juego entre instituciones y minoristas, estos últimos a menudo se encuentran en desventaja.
Para los inversores comunes, es necesario estar alerta ante el riesgo de volatilidad de los activos sensibles a las tasas de interés, evitando seguir ciegamente a la multitud. Al mismo tiempo, se debe seguir de cerca los datos de inflación y empleo de agosto, que serán clave para la toma de decisiones. Mantener un pensamiento racional y no dejarse influir por las emociones del mercado es crucial. Actualmente, La Reserva Federal (FED) carece de razones suficientes para reducir las tasas de interés, los inversores no deben dejarse engañar por las expectativas de recortes.
En este complejo entorno de mercado, el análisis racional y la toma de decisiones prudentes son especialmente importantes. Los inversores deben considerar todos los factores y no basar sus decisiones de inversión únicamente en una expectativa.
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PumpDetector
· 08-20 10:51
Esperar una bajada de tipos en septiembre
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Fren_Not_Food
· 08-20 10:50
No hay posibilidades de recortes de tasas.
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TokenStorm
· 08-20 10:48
Sigue la línea de destino de BTC
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PerpetualLonger
· 08-20 10:40
Otra vez va a ser un desastre.
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AltcoinHunter
· 08-20 10:36
tontos又亏了
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SatoshiChallenger
· 08-20 10:25
Seguir la tendencia de bajar las tasas de interés puede resultar en pérdidas.
Recientemente, la política monetaria de La Reserva Federal (FED) ha suscitado un amplio interés en el mercado. Muchos inversores apuestan por una reducción de tasas en septiembre, pero esta expectativa podría enfrentar serios desafíos.
Desde la perspectiva de la inflación, la inflación subyacente de julio aumentó un 3.1% interanual y creció un 0.3% en comparación con el mes anterior. Lo que es más preocupante es que la 'superinflación subyacente', que está estrechamente relacionada con el crecimiento salarial, aumentó un 0.55% en comparación con el mes anterior. En esta situación, una reducción de tasas podría estimular aún más la inflación y llevar a un descontrol de los precios.
Los factores arancelarios tampoco deben ser ignorados. Actualmente, el impacto de los nuevos aranceles aún no se ha transmitido completamente a los precios finales. Si en los próximos meses los precios de los productos aumentan repentinamente, una reducción de tasas por parte de La Reserva Federal (FED) en este momento podría llevar a un empeoramiento de la situación inflacionaria.
La estabilidad del mercado laboral también es una consideración importante. La tasa de desempleo actual es inferior al 4%, y el crecimiento salarial alcanza el 4.1%, lo cual se aleja de la imagen de una recesión económica. Dentro de La Reserva Federal (FED), también hay consejeros que creen que una reducción de tasas en un contexto de un mercado laboral fuerte podría desencadenar un rebote en la inflación.
El discurso que Powell va a pronunciar podría romper las expectativas de recortes de tasas. Es muy probable que señale que los datos clave de agosto no se publicarán hasta septiembre, que actualmente no hay fundamentos para un recorte de tasas, y enfatice los riesgos de inflación en respuesta a las dudas externas sobre la política.
El mercado actual muestra una clara divergencia: los inversores comunes siguen apostando por la reducción de tasas, mientras que las grandes instituciones han comenzado a tomar medidas defensivas. La experiencia histórica indica que, en el juego entre instituciones y minoristas, estos últimos a menudo se encuentran en desventaja.
Para los inversores comunes, es necesario estar alerta ante el riesgo de volatilidad de los activos sensibles a las tasas de interés, evitando seguir ciegamente a la multitud. Al mismo tiempo, se debe seguir de cerca los datos de inflación y empleo de agosto, que serán clave para la toma de decisiones. Mantener un pensamiento racional y no dejarse influir por las emociones del mercado es crucial. Actualmente, La Reserva Federal (FED) carece de razones suficientes para reducir las tasas de interés, los inversores no deben dejarse engañar por las expectativas de recortes.
En este complejo entorno de mercado, el análisis racional y la toma de decisiones prudentes son especialmente importantes. Los inversores deben considerar todos los factores y no basar sus decisiones de inversión únicamente en una expectativa.