¿No sientes a menudo que la vida es como una carrera sin fin? Ver a otros ser promovidos, recibir aumentos, comprar casas y coches, mientras que tú pareces estar siempre en el mismo lugar. Esa acidez al revisar las redes sociales en la madrugada; esa decepción al escuchar los logros de tus contemporáneos; esas dudas sobre "¿no soy lo suficientemente bueno?" Pero querido/a, quiero decirte: **ser ordinario no es un fracaso**, sino el estado real de la mayoría de las personas. Ya eres muy bueno/a: te levantas puntualmente todos los días, trabajas con seriedad, sonríes a tu familia; estas aparentes perseverancias son las medallas de la vida.
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¿No sientes a menudo que la vida es como una carrera sin fin? Ver a otros ser promovidos, recibir aumentos, comprar casas y coches, mientras que tú pareces estar siempre en el mismo lugar. Esa acidez al revisar las redes sociales en la madrugada; esa decepción al escuchar los logros de tus contemporáneos; esas dudas sobre "¿no soy lo suficientemente bueno?" Pero querido/a, quiero decirte: **ser ordinario no es un fracaso**, sino el estado real de la mayoría de las personas. Ya eres muy bueno/a: te levantas puntualmente todos los días, trabajas con seriedad, sonríes a tu familia; estas aparentes perseverancias son las medallas de la vida.