El tiempo siempre es así, da y quita al mismo tiempo. Al mirar hacia atrás, hay risas, hay lágrimas, hay sueños incompletos y también sorpresas inesperadas. Corta un pedazo del pasado, sostiene una calma, lo que la vida nos enseña no es cómo ser perfectos, sino cómo, a pesar de las imperfecciones, aún podemos oler la fragancia.
Quiero abrirme, ver las cosas desde otra perspectiva, dejar ir. No frunzas el ceño por cosas triviales, no compitas con los demás, no te enfrentes a ti mismo. En este mundo, nadie tiene una vida en la que todo salga como desea, pero podemos elegir cómo enfrentar las situaciones. Si has hecho tu mejor esfuerzo, no debes ser demasiado duro contigo mismo; si has perdido una oportunidad, no debes lamentarlo; si has perdido algo, no debes obsesionarte. Reconcíliate con el arrepentimiento, haz las paces con el destino, y descubrirás que aquellos obstáculos que una vez pensaste que no podrías superar, al final se convirtieron en paisajes en tu vida.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
El tiempo siempre es así, da y quita al mismo tiempo. Al mirar hacia atrás, hay risas, hay lágrimas, hay sueños incompletos y también sorpresas inesperadas. Corta un pedazo del pasado, sostiene una calma, lo que la vida nos enseña no es cómo ser perfectos, sino cómo, a pesar de las imperfecciones, aún podemos oler la fragancia.
Quiero abrirme, ver las cosas desde otra perspectiva, dejar ir. No frunzas el ceño por cosas triviales, no compitas con los demás, no te enfrentes a ti mismo. En este mundo, nadie tiene una vida en la que todo salga como desea, pero podemos elegir cómo enfrentar las situaciones. Si has hecho tu mejor esfuerzo, no debes ser demasiado duro contigo mismo; si has perdido una oportunidad, no debes lamentarlo; si has perdido algo, no debes obsesionarte. Reconcíliate con el arrepentimiento, haz las paces con el destino, y descubrirás que aquellos obstáculos que una vez pensaste que no podrías superar, al final se convirtieron en paisajes en tu vida.