La oferta monetaria global aumentó un 6.7% interanual en septiembre, alcanzando un récord de $142 billones en 169 economías. Hasta la fecha, la oferta monetaria ha subido un 9.1%, impulsada por China y Estados Unidos.
China domina la oferta monetaria global con $47 billones
(Fuente: The Kobeissi Letter)
Los datos más recientes sobre la oferta monetaria revelan un cambio fundamental en el poder financiero global. La oferta monetaria amplia de China (M2) ha alcanzado $47 billones, representando el 33% de la liquidez global total. Esta cifra asombrosa equivale a la suma de la oferta monetaria de Estados Unidos, Unión Europea y Japón. China se ha convertido en el mayor contribuyente a la liquidez mundial, empleando una expansión monetaria agresiva para combatir la deflación y prevenir una recesión de balance.
Sin embargo, existe una desconexión crítica entre el dominio de China en la oferta monetaria y su producción económica. Aunque China lidera en creación de moneda, aún no ha logrado un dominio equivalente en PIB. Estados Unidos sigue siendo el representante de la productividad total, lo que significa que China ha impreso la mayor cantidad de billetes en el mundo sin generar la mayor riqueza. Este desequilibrio sugiere que los activos en RMB enfrentan un riesgo significativo de dilución, ya que el exceso de moneda persigue una capacidad productiva limitada.
La estrategia monetaria de China se centra en monetizar la emisión excesiva de moneda para estimular la demanda interna y estabilizar el crecimiento. Los responsables de la política enfrentan un delicado equilibrio: imprimir suficiente dinero para evitar la deflación, pero sin provocar una inflación descontrolada que desestabilice la economía. Para los inversores que poseen activos denominados en RMB, este entorno requiere estrategias de diversificación para protegerse contra la dilución de la moneda.
Las implicaciones van más allá de las fronteras de China. Como mayor contribuyente al crecimiento de la oferta monetaria global, la política monetaria china influye ahora significativamente en las condiciones de liquidez mundial, los precios de los activos y la dinámica inflacionaria. Cuando China expande agresivamente su oferta monetaria, los efectos se reflejan en los mercados de materias primas, economías emergentes dependientes de la demanda china y activos financieros globales.
EE. UU. y UE mantienen $22 billones cada uno, mientras la Fed pivota hacia QE
Estados Unidos mantiene una oferta monetaria de $22.2 billones, representando el 16% de la liquidez global. Aunque China ha superado a EE. UU. en términos absolutos de oferta monetaria, la política monetaria estadounidense sigue siendo la más influyente a nivel mundial debido al estatus del dólar como moneda de reserva. Cada decisión de la Reserva Federal reverbera en los mercados internacionales con impacto amplificado.
Se acerca un punto de inflexión crítico el 1 de diciembre, cuando Estados Unidos finalizará oficialmente el reducción cuantitativa (QT) y comenzará una nueva ronda de flexibilización cuantitativa (QE). Este cambio en la política indica que las máquinas de impresión de dinero de la Fed volverán a activarse, inyectando liquidez fresca en el sistema financiero global. La vuelta a la expansión monetaria de EE. UU. no es una cuestión de “si”, sino de “cuándo”, y el calendario ahora está claramente definido.
La Unión Europea iguala a EE. UU. con aproximadamente $22.3 billones, también representando el 16% de la oferta monetaria global. Sin embargo, la eurozona enfrenta desafíos únicos, incluyendo políticas fiscales fragmentadas entre los estados miembros, crecimiento persistente bajo y debates sobre la mutualización de la deuda. La política del Banco Central Europeo (BCE) sigue siendo acomodaticia, apoyando el crecimiento de la oferta monetaria para combatir presiones deflacionarias y estimular la actividad económica.
Impacto combinado de los tres grandes
· China, EE. UU. y UE contribuyen juntos con casi el 65% de la liquidez global total
· La expansión monetaria coordinada eleva el “nivel del agua” en los mercados financieros mundiales
· Los precios de activos de calidad se correlacionan estrechamente con la expansión de liquidez en moneda fiduciaria
· La emisión excesiva de moneda impulsa al alza los activos de calidad
La expansión monetaria sincronizada en estas tres economías crea un potente viento de cola para los activos escasos. Cuando el 65% de la oferta monetaria global se expande simultáneamente, los efectos se multiplican, empujando a los inversores hacia activos que no pueden ser creados arbitrariamente por los bancos centrales.
Crecimiento del 7% anual en la oferta monetaria alimenta la inflación de activos
Desde 2000, la oferta monetaria global ha crecido a una tasa compuesta anual del 7.0%, sumando $116 billones en total. Esto representa un aumento del 446% en 25 años, alterando fundamentalmente la relación entre dinero y activos. En términos prácticos, las “máquinas de imprimir” globales aumentan la oferta monetaria en un 7% anual, diluyendo y devaluando sistemáticamente el poder adquisitivo de la moneda fiduciaria.
Este expansionismo monetario explica por qué los activos de calidad superan consistentemente la inflación en períodos largos. Cuanto más dinero fiduciario existe, más valiosos se vuelven los activos escasos. Esta relación inversa impulsa a inversores astutos hacia activos con oferta limitada o propuestas de valor únicas que no puedan ser replicadas mediante política monetaria.
Bitcoin ejemplifica perfectamente esta dinámica. Desde su creación en 2009, Bitcoin ha entregado retornos anuales superiores al 200%, superando ampliamente el crecimiento del 7% en la oferta monetaria anual. La cantidad fija de 21 millones de monedas crea una escasez matemática que contrasta con la creación ilimitada de moneda fiduciaria. A medida que la oferta monetaria se expande, cada Bitcoin representa una porción mayor de la liquidez global.
El oro, tradicional reserva de valor, también se beneficia del aumento en la oferta monetaria. Los precios del oro han alcanzado nuevos máximos a medida que los inversores buscan protección contra la devaluación de la moneda. A diferencia de la escasez digital de Bitcoin, el oro ofrece una escasez física validada a lo largo de milenios de historia humana. Ambos activos cumplen funciones similares en las carteras modernas: protección contra la devaluación monetaria y conservación del poder adquisitivo a través de las generaciones.
La lógica subyacente a ambos activos es elegantemente simple: a medida que la moneda fiduciaria se vuelve más abundante, los activos escasos se vuelven más valiosos. Este principio fundamental ha impulsado al oro a subir durante siglos y ahora impulsa el meteórico ascenso de Bitcoin. Los inversores que comprenden esta dinámica se posicionan por delante de la curva de dilución, protegiendo la riqueza y potencialmente generando retornos significativos.
La expansión monetaria continúa hasta 2025
El aumento en la oferta monetaria desde principios de año del 9.1% supera significativamente el promedio histórico del 7%, señalando una aceleración en la expansión monetaria para 2025. Esta aceleración proviene de esfuerzos coordinados de los bancos centrales para apoyar el crecimiento económico, prevenir la deflación y gestionar niveles de deuda sin precedentes en economías desarrolladas y emergentes.
La expansión agresiva de China busca estimular el consumo interno y evitar una recesión de balance que pueda desencadenar inestabilidad económica más amplia. Los responsables de política priorizan el crecimiento sobre la estabilidad de la moneda, aceptando la dilución como costo para mantener el empleo y la estabilidad social. Para los inversores globales, esto crea oportunidades en activos chinos que se benefician de la expansión de liquidez, aunque requiere gestionar cuidadosamente el riesgo asociado a la exposición cambiaria.
La próxima pivote de la Reserva Federal, de reducción cuantitativa a flexibilización cuantitativa, representa otra inyección importante de liquidez. A partir del 1 de diciembre, la Fed ampliará nuevamente su balance, comprando activos e inyectando dólares en el sistema financiero. Este cambio en la política probablemente apoyará los activos de riesgo en todos los ámbitos, desde acciones hasta criptomonedas, a medida que la liquidez fresca busca rendimientos.
La política del BCE sigue siendo acomodaticia, pese a retórica hawkish ocasional sobre inflación. Los desafíos estructurales en la economía de la eurozona, incluyendo vientos en contra demográficos y estancamiento de productividad, limitan la capacidad del BCE para normalizar la política monetaria. La persistente acomodación respalda los precios de los activos, pero plantea preguntas a largo plazo sobre el poder adquisitivo del euro.
Conclusiones clave para inversores
· El crecimiento de la oferta monetaria global se acelera más allá de los promedios históricos
· La expansión coordinada de los bancos centrales crea vientos de cola de liquidez poderosos
· Los activos escasos (Bitcoin, oro, bienes raíces de calidad) se benefician de manera desproporcionada
· Las tenencias en efectivo enfrentan una dilución sistemática a tasas aceleradas
· Asignación estratégica de activos en una era de alta oferta monetaria
Para la mayoría de los inversores, la estrategia clara es diversificar lejos de la exposición unilateral a la moneda y apostar por activos de calidad que preserven el poder adquisitivo. La era del “efectivo es rey” ha terminado definitivamente, siendo reemplazada por “los activos son reyes” como paradigma principal de preservación de riqueza.
Pasar del efectivo a los activos lo antes posible posiciona las carteras para beneficiarse de la expansión monetaria en curso en lugar de sufrirla. Los activos de calidad que generan flujos de caja, mantienen su poder de fijación de precios o ofrecen escasez matemática son anclas contra la devaluación monetaria. La inversión en bienes raíces en mercados con oferta limitada, empresas con ventajas competitivas sólidas y activos digitales escasos son opciones recomendadas.
Bitcoin y oro merecen atención especial como reservas de valor a largo plazo que se espera alcancen nuevos máximos a medida que continúa la expansión de la oferta monetaria. Las ventajas de Bitcoin incluyen portabilidad, divisibilidad y verificabilidad que el oro no puede igualar, mientras que el oro ofrece presencia física y aceptación milenaria. Una estrategia equilibrada incluye ambos.
No obstante, el riesgo de concentración sigue siendo peligroso incluso en activos de calidad. La diversificación geográfica, por clase de activo y por duración son fundamentales en una construcción de cartera robusta. Ningún activo, por muy bueno que sea, debe dominar las participaciones hasta el punto de que su fallo pueda devastar la riqueza.
La próxima expansión de liquidez global crea oportunidades para quienes estén posicionados correctamente. A medida que bancos centrales de China, EE. UU. y Europa expanden simultáneamente la oferta monetaria, la marea sube para los activos que no pueden ser creados arbitrariamente. Comprender esta dinámica y actuar en consecuencia es clave para aprovechar las oportunidades emergentes.
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La oferta monetaria global se dispara un 446% desde 2000: tu dinero en efectivo está perdiendo valor
La oferta monetaria global aumentó un 6.7% interanual en septiembre, alcanzando un récord de $142 billones en 169 economías. Hasta la fecha, la oferta monetaria ha subido un 9.1%, impulsada por China y Estados Unidos.
China domina la oferta monetaria global con $47 billones
(Fuente: The Kobeissi Letter)
Los datos más recientes sobre la oferta monetaria revelan un cambio fundamental en el poder financiero global. La oferta monetaria amplia de China (M2) ha alcanzado $47 billones, representando el 33% de la liquidez global total. Esta cifra asombrosa equivale a la suma de la oferta monetaria de Estados Unidos, Unión Europea y Japón. China se ha convertido en el mayor contribuyente a la liquidez mundial, empleando una expansión monetaria agresiva para combatir la deflación y prevenir una recesión de balance.
Sin embargo, existe una desconexión crítica entre el dominio de China en la oferta monetaria y su producción económica. Aunque China lidera en creación de moneda, aún no ha logrado un dominio equivalente en PIB. Estados Unidos sigue siendo el representante de la productividad total, lo que significa que China ha impreso la mayor cantidad de billetes en el mundo sin generar la mayor riqueza. Este desequilibrio sugiere que los activos en RMB enfrentan un riesgo significativo de dilución, ya que el exceso de moneda persigue una capacidad productiva limitada.
La estrategia monetaria de China se centra en monetizar la emisión excesiva de moneda para estimular la demanda interna y estabilizar el crecimiento. Los responsables de la política enfrentan un delicado equilibrio: imprimir suficiente dinero para evitar la deflación, pero sin provocar una inflación descontrolada que desestabilice la economía. Para los inversores que poseen activos denominados en RMB, este entorno requiere estrategias de diversificación para protegerse contra la dilución de la moneda.
Las implicaciones van más allá de las fronteras de China. Como mayor contribuyente al crecimiento de la oferta monetaria global, la política monetaria china influye ahora significativamente en las condiciones de liquidez mundial, los precios de los activos y la dinámica inflacionaria. Cuando China expande agresivamente su oferta monetaria, los efectos se reflejan en los mercados de materias primas, economías emergentes dependientes de la demanda china y activos financieros globales.
EE. UU. y UE mantienen $22 billones cada uno, mientras la Fed pivota hacia QE
Estados Unidos mantiene una oferta monetaria de $22.2 billones, representando el 16% de la liquidez global. Aunque China ha superado a EE. UU. en términos absolutos de oferta monetaria, la política monetaria estadounidense sigue siendo la más influyente a nivel mundial debido al estatus del dólar como moneda de reserva. Cada decisión de la Reserva Federal reverbera en los mercados internacionales con impacto amplificado.
Se acerca un punto de inflexión crítico el 1 de diciembre, cuando Estados Unidos finalizará oficialmente el reducción cuantitativa (QT) y comenzará una nueva ronda de flexibilización cuantitativa (QE). Este cambio en la política indica que las máquinas de impresión de dinero de la Fed volverán a activarse, inyectando liquidez fresca en el sistema financiero global. La vuelta a la expansión monetaria de EE. UU. no es una cuestión de “si”, sino de “cuándo”, y el calendario ahora está claramente definido.
La Unión Europea iguala a EE. UU. con aproximadamente $22.3 billones, también representando el 16% de la oferta monetaria global. Sin embargo, la eurozona enfrenta desafíos únicos, incluyendo políticas fiscales fragmentadas entre los estados miembros, crecimiento persistente bajo y debates sobre la mutualización de la deuda. La política del Banco Central Europeo (BCE) sigue siendo acomodaticia, apoyando el crecimiento de la oferta monetaria para combatir presiones deflacionarias y estimular la actividad económica.
Impacto combinado de los tres grandes
· China, EE. UU. y UE contribuyen juntos con casi el 65% de la liquidez global total
· La expansión monetaria coordinada eleva el “nivel del agua” en los mercados financieros mundiales
· Los precios de activos de calidad se correlacionan estrechamente con la expansión de liquidez en moneda fiduciaria
· La emisión excesiva de moneda impulsa al alza los activos de calidad
La expansión monetaria sincronizada en estas tres economías crea un potente viento de cola para los activos escasos. Cuando el 65% de la oferta monetaria global se expande simultáneamente, los efectos se multiplican, empujando a los inversores hacia activos que no pueden ser creados arbitrariamente por los bancos centrales.
Crecimiento del 7% anual en la oferta monetaria alimenta la inflación de activos
Desde 2000, la oferta monetaria global ha crecido a una tasa compuesta anual del 7.0%, sumando $116 billones en total. Esto representa un aumento del 446% en 25 años, alterando fundamentalmente la relación entre dinero y activos. En términos prácticos, las “máquinas de imprimir” globales aumentan la oferta monetaria en un 7% anual, diluyendo y devaluando sistemáticamente el poder adquisitivo de la moneda fiduciaria.
Este expansionismo monetario explica por qué los activos de calidad superan consistentemente la inflación en períodos largos. Cuanto más dinero fiduciario existe, más valiosos se vuelven los activos escasos. Esta relación inversa impulsa a inversores astutos hacia activos con oferta limitada o propuestas de valor únicas que no puedan ser replicadas mediante política monetaria.
Bitcoin ejemplifica perfectamente esta dinámica. Desde su creación en 2009, Bitcoin ha entregado retornos anuales superiores al 200%, superando ampliamente el crecimiento del 7% en la oferta monetaria anual. La cantidad fija de 21 millones de monedas crea una escasez matemática que contrasta con la creación ilimitada de moneda fiduciaria. A medida que la oferta monetaria se expande, cada Bitcoin representa una porción mayor de la liquidez global.
El oro, tradicional reserva de valor, también se beneficia del aumento en la oferta monetaria. Los precios del oro han alcanzado nuevos máximos a medida que los inversores buscan protección contra la devaluación de la moneda. A diferencia de la escasez digital de Bitcoin, el oro ofrece una escasez física validada a lo largo de milenios de historia humana. Ambos activos cumplen funciones similares en las carteras modernas: protección contra la devaluación monetaria y conservación del poder adquisitivo a través de las generaciones.
La lógica subyacente a ambos activos es elegantemente simple: a medida que la moneda fiduciaria se vuelve más abundante, los activos escasos se vuelven más valiosos. Este principio fundamental ha impulsado al oro a subir durante siglos y ahora impulsa el meteórico ascenso de Bitcoin. Los inversores que comprenden esta dinámica se posicionan por delante de la curva de dilución, protegiendo la riqueza y potencialmente generando retornos significativos.
La expansión monetaria continúa hasta 2025
El aumento en la oferta monetaria desde principios de año del 9.1% supera significativamente el promedio histórico del 7%, señalando una aceleración en la expansión monetaria para 2025. Esta aceleración proviene de esfuerzos coordinados de los bancos centrales para apoyar el crecimiento económico, prevenir la deflación y gestionar niveles de deuda sin precedentes en economías desarrolladas y emergentes.
La expansión agresiva de China busca estimular el consumo interno y evitar una recesión de balance que pueda desencadenar inestabilidad económica más amplia. Los responsables de política priorizan el crecimiento sobre la estabilidad de la moneda, aceptando la dilución como costo para mantener el empleo y la estabilidad social. Para los inversores globales, esto crea oportunidades en activos chinos que se benefician de la expansión de liquidez, aunque requiere gestionar cuidadosamente el riesgo asociado a la exposición cambiaria.
La próxima pivote de la Reserva Federal, de reducción cuantitativa a flexibilización cuantitativa, representa otra inyección importante de liquidez. A partir del 1 de diciembre, la Fed ampliará nuevamente su balance, comprando activos e inyectando dólares en el sistema financiero. Este cambio en la política probablemente apoyará los activos de riesgo en todos los ámbitos, desde acciones hasta criptomonedas, a medida que la liquidez fresca busca rendimientos.
La política del BCE sigue siendo acomodaticia, pese a retórica hawkish ocasional sobre inflación. Los desafíos estructurales en la economía de la eurozona, incluyendo vientos en contra demográficos y estancamiento de productividad, limitan la capacidad del BCE para normalizar la política monetaria. La persistente acomodación respalda los precios de los activos, pero plantea preguntas a largo plazo sobre el poder adquisitivo del euro.
Conclusiones clave para inversores
· El crecimiento de la oferta monetaria global se acelera más allá de los promedios históricos
· La expansión coordinada de los bancos centrales crea vientos de cola de liquidez poderosos
· Los activos escasos (Bitcoin, oro, bienes raíces de calidad) se benefician de manera desproporcionada
· Las tenencias en efectivo enfrentan una dilución sistemática a tasas aceleradas
· Asignación estratégica de activos en una era de alta oferta monetaria
Para la mayoría de los inversores, la estrategia clara es diversificar lejos de la exposición unilateral a la moneda y apostar por activos de calidad que preserven el poder adquisitivo. La era del “efectivo es rey” ha terminado definitivamente, siendo reemplazada por “los activos son reyes” como paradigma principal de preservación de riqueza.
Pasar del efectivo a los activos lo antes posible posiciona las carteras para beneficiarse de la expansión monetaria en curso en lugar de sufrirla. Los activos de calidad que generan flujos de caja, mantienen su poder de fijación de precios o ofrecen escasez matemática son anclas contra la devaluación monetaria. La inversión en bienes raíces en mercados con oferta limitada, empresas con ventajas competitivas sólidas y activos digitales escasos son opciones recomendadas.
Bitcoin y oro merecen atención especial como reservas de valor a largo plazo que se espera alcancen nuevos máximos a medida que continúa la expansión de la oferta monetaria. Las ventajas de Bitcoin incluyen portabilidad, divisibilidad y verificabilidad que el oro no puede igualar, mientras que el oro ofrece presencia física y aceptación milenaria. Una estrategia equilibrada incluye ambos.
No obstante, el riesgo de concentración sigue siendo peligroso incluso en activos de calidad. La diversificación geográfica, por clase de activo y por duración son fundamentales en una construcción de cartera robusta. Ningún activo, por muy bueno que sea, debe dominar las participaciones hasta el punto de que su fallo pueda devastar la riqueza.
La próxima expansión de liquidez global crea oportunidades para quienes estén posicionados correctamente. A medida que bancos centrales de China, EE. UU. y Europa expanden simultáneamente la oferta monetaria, la marea sube para los activos que no pueden ser creados arbitrariamente. Comprender esta dinámica y actuar en consecuencia es clave para aprovechar las oportunidades emergentes.