
Fungible describe la característica de un activo cuyos elementos individuales pueden intercambiarse entre sí sin distinción. Es decir, cada unidad es funcional y financieramente idéntica, por lo que sustituir una por otra no afecta ni a la utilidad ni al valor. En la economía tradicional, el efectivo y los vales regalo son ejemplos clásicos de activos fungibles. En el ámbito cripto, activos como USDT y ETH son tokens fungibles: cada unidad aporta la misma utilidad y valor. Esta homogeneidad permite una valoración precisa, liquidaciones eficientes, operaciones en lote y divisibilidad.
La fungibilidad determina si un activo puede utilizarse como "moneda" o "inventario". Los tokens intercambiables pueden emplearse directamente para fijar precios, casar operaciones y liquidar transacciones. Comerciantes y usuarios obtienen la ventaja de no tener que preocuparse por "qué unidad concreta" gestionan.
Para inversores y desarrolladores, los activos fungibles tienen mayores posibilidades de ser admitidos en exchanges e integrados en liquidity pools y mercados de préstamos. Funciones como los "pares USDT" o el trading spot dependen esencialmente de esta característica.
La fungibilidad se sostiene sobre estándares y métodos contables unificados. En Ethereum, el estándar ERC-20 actúa como "modelo" para transferencias y consultas de saldo, definiendo cómo se transfieren, verifican y autorizan los tokens.
Cuando transfieres 100 USDT, la blockchain solo comprueba que dispongas de tokens suficientes y la autorización necesaria: no importa "qué 100 tokens concretos" se envían. Las unidades pueden dividirse en fracciones o agruparse con total fluidez, como al combinar tus 100 USDT con los de otro usuario en un pool.
Este mecanismo agiliza la formación de precios. Los motores de trading solo necesitan casar "cantidad y precio", sin gestionar "unicidad", por lo que los mercados de tokens fungibles suelen ofrecer mayor liquidez y menores costes de transacción.
La fungibilidad es esencial en pagos, trading y escenarios de liquidez. Las stablecoins facilitan pagos internacionales y la contabilidad, mientras que casi todos los principales pares de trading en exchanges emplean tokens fungibles. Los pools de liquidez DeFi se componen sobre todo de activos fungibles.
En los mercados spot y de derivados, USDT, BTC, ETH y monedas similares se consideran activos fungibles estándar. Por ejemplo, en el mercado USDT de Gate, al comprar un token, el sistema casa órdenes según cantidad y precio: no distingue entre unidades individuales de USDT.
En la minería de liquidez y el market making, dos tokens fungibles conforman un pool (como "ETH/USDT"). Los usuarios depositan activos de igual valor para recibir comisiones de trading y recompensas de la plataforma. La fungibilidad garantiza entradas y salidas estables en los pools y una distribución justa de los rendimientos.
Primero, define tu objetivo: trading, obtención de comisiones o liquidación de operaciones. Este es un flujo básico en Gate:
Paso 1: Deposita o compra USDT. Accede a la sección "Activos" en Gate, elige "Depositar" o "Comprar cripto" y asegúrate de disponer de suficientes activos fungibles como base para operar.
Paso 2: Selecciona un par de trading. En la sección "Spot", busca el token deseado y selecciona el "mercado USDT": los precios y cantidades se expresan en USDT para facilitar la coincidencia.
Paso 3: Realiza órdenes y gestiona posiciones. Elige una orden "Limit" o "Market", introduce la cantidad y confirma. Tras la ejecución, revisa tu saldo en "Activos—Cuenta Spot". Todas las unidades del mismo tipo se agrupan, sin distinción por origen.
Paso 4: Proporciona liquidez. Para obtener ingresos por comisiones, accede a "Liquidez" o "Market Making", elige un pool como "ETH/USDT" y deposita activos de igual valor según las indicaciones. Al salir, el sistema te devuelve tu parte de ambos tokens más las comisiones acumuladas.
Durante este año, los activos fungibles siguen creciendo a gran ritmo: stablecoins y tokens principales muestran mayor actividad tanto on-chain como en exchanges. Distintos indicadores reflejan la evolución del mercado:
En el tercer trimestre de 2025, la capitalización total de las stablecoins supera los 200 000 millones de dólares, con USDT representando cerca del 70 % y USDC alrededor del 20 % (fuentes: DefiLlama, CoinGecko). Esto evidencia una demanda creciente de activos fungibles para liquidación y valoración.
En el último año, los exchanges descentralizados han mantenido volúmenes mensuales elevados—con picos superiores a 300 000 millones de dólares en mayo de 2025—y la mayor parte de la actividad se concentra en pares de tokens fungibles (fuente: DefiLlama). Esto confirma que los tokens estandarizados siguen siendo la base del trading on-chain.
Además, los flujos netos en ETF spot de Bitcoin han superado los 20 000 millones de dólares este año (fuentes: Farside y recopilaciones públicas), impulsando actividades relacionadas con valoración y liquidación. Exchanges y market makers observan mayor profundidad y demanda de activos fungibles.
La diferencia fundamental es si cada unidad es idéntica. Los activos fungibles son estandarizados: cada unidad tiene la misma función y valor, lo que los hace aptos como moneda o inventario. Los activos no fungibles (NFTs) son únicos o diferenciados; cada uno es distinto, como una obra de arte o una entrada para un evento.
En la operativa: los activos fungibles permiten casar órdenes por lotes y pools de liquidez profundos, con mayor control sobre comisiones y slippage. Los no fungibles se adaptan mejor a operaciones peer-to-peer, subastas o mercados nicho donde el precio depende de la rareza o la demanda del artículo.
Error 1: Fungible equivale a estabilidad de precio. En realidad, fungibilidad y estabilidad de precio no están relacionadas: muchos tokens fungibles son muy volátiles; solo algunas stablecoins buscan replicar monedas fiat.
Error 2: Los activos fungibles siempre pueden convertirse en efectivo. Los retiros dependen del soporte del exchange y la normativa local, no solo de las propiedades del activo.
Error 3: La fungibilidad elimina el riesgo. Es necesario considerar la calidad del proyecto, la seguridad de los smart contracts, el riesgo de plataforma y las fluctuaciones de liquidez; el market making y el préstamo pueden implicar pérdidas o liquidaciones.
Los activos fungibles suelen ser más adecuados para quienes se inician: son estandarizados, muy líquidos y cuentan con precios transparentes. Criptomonedas como Bitcoin o Ethereum resultan fáciles de comprender porque cada unidad es idéntica. Los NFTs requieren conocimientos sobre escasez, derechos de autor, etc., lo que implica mayor riesgo para principiantes.
Esta es la esencia de la fungibilidad: un Bitcoin equivale exactamente a cualquier otro Bitcoin; no existe distinción en valor ni identidad. Como cambiar billetes de 100 dólares: son intercambiables porque representan el mismo valor. Esto aumenta la eficiencia al eliminar la necesidad de verificar la autenticidad o el valor de cada token de forma individual.
Los activos fungibles aportan gran liquidez, perfiles de riesgo definidos y precios claros, lo que atrae a más traders al mercado. En Gate y plataformas similares, monedas altamente fungibles como BTC y ETH ofrecen numerosos pares de trading, spreads ajustados y ejecución ágil. En cambio, los pares de activos de baja capitalización o no fungibles pueden carecer de profundidad.
Sí: desde la perspectiva de la blockchain, son completamente idénticos, sin números de serie ni distinciones de identidad. No obstante, el origen (por ejemplo, cold wallet frente a hot wallet, recompensas de minería frente a compras en exchanges) puede ser relevante para la trazabilidad por parte de instituciones especializadas, pero no para el valor ni la intercambiabilidad cotidiana.
La fungibilidad garantiza estandarización y confianza mutua entre los titulares de activos, lo que resulta esencial para crear mercados de trading y mecanismos de valoración unificados. Sin ella, no existiría un precio de mercado consistente y las transacciones serían ineficientes. Por eso Bitcoin y Ethereum son activos universales, mientras que la mayoría de los NFTs solo circulan en mercados limitados.


