En una fría mañana de invierno de 2023, el multimillonario fundador del bróker de descuento Charles Schwab se presentó en las oficinas de SoHo de la desconocida startup de mercados de predicción Kalshi. Llevaba varias carpetas repletas bajo el brazo. Que esta leyenda de Wall Street hubiera dedicado tiempo a examinar a fondo su pequeña empresa sorprendió a los cofundadores de Kalshi, Tarek Mansour y Luana Lopes Lara, que contaban entonces con 27 años. Dos años antes, Schwab y otro emblemático inversor de Wall Street, Henry Kravis, habían invertido como ángeles en la empresa de Mansour, en una ronda de financiación de 30 millones de dólares que otorgó a Kalshi una valoración de 120 millones.

“A los pocos minutos de mi primera llamada con Chuck, ya me dijo ‘quiero invertir’”, explica Mansour, que hoy tiene 29 años. “Comentó que le recordaba a sus inicios con Charles Schwab, y que hacía mucho no veía una empresa capaz de cambiar de manera fundamental los mercados financieros.” Actualmente, Kalshi es una de las mayores inversiones de Chuck Schwab fuera de la firma de brókeres que lleva su nombre y gestiona 176 000 millones de dólares. En junio, la startup alcanzó los 2 000 millones de dólares de valoración en una ronda marcada por la entrada de otro multimillonario de Wall Street, Peng Zhao, director ejecutivo de Citadel Securities.

Schwab, Kravis y Zhao comparten inquietudes y visión. Los mercados de predicción son ahora epicentro de inversiones de los grandes multimillonarios financieros. Thomas Peterffy, fundador de Interactive Brokers (patrimonio: 72 000 millones de dólares), declaró a Forbes que intentó comprar Kalshi poco después de la ronda ángel en 2021. Al no lograrlo, su Interactive Brokers creó hace un año la filial ForecastEx, actualmente compitiendo con Kalshi en futuros tan diversos como las elecciones a la alcaldía de Nueva York o el precio de Bitcoin a cierre de 2025.

En abril de 2024, el hedge fund cuantitativo de Jeff Yass, Susquehanna International Group (65 000 millones de dólares), se alió con Kalshi para aportar liquidez como uno de sus principales market makers. Más recientemente, Kalshi ha colaborado con Robinhood, la empresa de Vlad Tenev (6 400 millones de dólares), para sumar contratos de eventos a su creciente oferta de inversión minorista.

Para no quedarse atrás, el mercado de predicción basado en blockchain Polymarket ha recibido inversiones de multimillonarios como Peter Thiel, cofundador de Palantir (25 300 millones de dólares), Vitalik Buterin, creador de Ethereum, y Joe Gebbia, cofundador de Airbnb (7 700 millones de dólares). En agosto se valoró Polymarket en 1 000 millones de dólares tras captar 135 millones en una ronda liderada por Founders Fund, de Thiel, según Pitchbook. Brian Armstrong, fundador de Coinbase (13 700 millones de dólares), anunció en julio el lanzamiento de una “Everything Exchange” que abrirá los mercados de predicción a sus millones de clientes.

Según The Information, tanto Kalshi como Polymarket preparan nuevas rondas de financiación que podrían elevar sus valoraciones hasta los 5 000 millones y 9 000 millones de dólares, respectivamente.

Las apuestas sobre elecciones y deportes no son novedad: se practican en EE. UU. desde el siglo XIX, y el mercado de predicción moderno—que permite apostar al resultado de eventos futuros comprando y vendiendo contratos de “Sí” o “No”—nació en 1988 en la Universidad de Iowa. Versiones iniciales como Intrade y PredictIt estuvieron disponibles en la década de 2010, aunque frenadas por cuestiones regulatorias y escasa adopción. Aunque Kalshi no es pionera, hizo historia el pasado octubre cuando un tribunal federal le autorizó a ofrecer contratos sobre las elecciones presidenciales tras más de un siglo de prohibición.

La carrera presidencial lo cambió todo: tras recibir luz verde regulatoria para las apuestas sobre elecciones, la base de usuarios de Kalshi se multiplicó por diez en menos de un mes, hasta reunir dos millones de usuarios que apostaron más de 1 000 millones de dólares antes de la noche electoral. En Polymarket se apostaron unos 3,6 000 millones de dólares entre Trump y Harris. El interés por las elecciones disparó la relevancia cultural de los mercados de predicción y abrió un abanico casi infinito de apuestas, desde los Oscar del año próximo hasta la posibilidad de que el CEO de Astronomer solicite el divorcio después de abrazarse en la pantalla gigante durante un concierto de Coldplay.

Si se pregunta a los multimillonarios por qué apuestan por los mercados de predicción, la respuesta acostumbra a ser muy reflexiva:

“Durante mi carrera me ha incomodado que la gente no piense el futuro en términos de probabilidades”, apunta Peterffy, cuyo bróker de 100 000 millones de dólares nació en 1977 para facilitar a todos la negociación de opciones y apuestas sobre acciones. “En mi opinión, los mercados de predicción enseñan a la sociedad a evaluar los posibles resultados futuros en términos probabilísticos.”

Jeff Yass, que dirige un hedge fund en el que el dominio del póker es casi obligatorio, envió a Forbes: “Los mercados de predicción permiten a las partes compartir riesgos de forma eficiente sobre parámetros concretos. El riesgo de huracanes para propietarios en Florida es un ejemplo. En lugar de pólizas anuales, pueden cubrir el riesgo de daños comprando contratos de ‘Sí’ sobre si los vientos superarán una determinada velocidad, usando datos meteorológicos actualizados al minuto.”

Tenev presentó la colaboración entre Robinhood y Kalshi en marzo de 2024 con este mensaje en X: “En esencia, [los mercados de predicción] aplican el capitalismo a la búsqueda de la verdad. Los incentivos de mercado y la inteligencia colectiva filtran la información hasta dar respuesta a preguntas concretas y grandes eventos.” Un mes antes, Armstrong, de Coinbase, declaró en CNBC que estos mercados podrían convertirse en alternativa a The New York Times.

Mansour, ingeniero titulado por el MIT y exoperador de opciones en Goldman Sachs y Citadel Securities, lo resume: “Para un trader de Wall Street, los mercados de predicción han sido el santo grial desde hace tiempo”, dice refiriéndose a un negocio con productos infinitamente negociables. “Nuestro objetivo es crear el mayor mercado comercial del mundo.”

Hoy, Kalshi, con sede en Nueva York, cuenta con 75 empleados—casi el doble que antes de las elecciones de noviembre de 2024—y opera unos 2 000 mercados en todo momento.

Desde el punto de vista financiero, el modelo de ingresos es clásico: cobra comisión por cada contrato comprado o vendido. El precio de los contratos refleja la probabilidad del evento, entre uno y 99 centavos. Comprar un contrato de 10 céntimos apostando que Peter Hegseth será el primero en abandonar el gabinete de Trump supone una comisión de 1 céntimo, es decir, una tasa del 10 %. Apostar 50 dólares por 100 contratos de “Sí” sobre si el gobierno de EE. UU. cerrará en 2026 supone una comisión de 1,75 dólares—un 3,5 % según la escala de tarifas de la empresa. Kalshi cobra además un 2 % sobre los depósitos con tarjeta de débito y una comisión fija de dos dólares por retirada de beneficios.

Sin embargo, no son solo las comisiones variables lo que atrae a los grandes inversores. A diferencia de las acciones, que son intercambiables y pueden negociarse en cualquier bróker, los contratos de estos mercados son exclusivos, lo que crea una barrera y vincula a los usuarios a la plataforma donde se crearon.

Con un volumen actual de cerca de 1 000 millones de dólares al mes, Kalshi suma ya 6,9 000 millones procesados desde su fundación—6,4 000 millones desde octubre de 2024. La startup no solo atrae especuladores a su web y app, también licencia su tecnología a brókeres como Robinhood y Webull, sumando liquidez y escala. Mansour avanza que incorporarán más de una docena de brókeres durante el próximo año.

“Hemos comprobado que los mercados de predicción son una excelente palanca de interacción”, afirma JB Mackenzie, responsable de futuros de Robinhood, entidad con 27 millones de clientes que aspira a ser la plataforma financiera integral para la próxima generación. “Ayuda a cruzar negocio con otras áreas del grupo.”

Matt Huang, socio fundador de Paradigm—el fondo de venture capital cripto que lideró la ronda de 185 millones de Kalshi en junio—considera que los bajos costes operativos pueden propiciar que estos mercados canibalicen otros mercados establecidos. “Los mercados de predicción engloban todos los demás mercados: se puede considerar que las apuestas deportivas, la bolsa y casi cualquier otro, son mercados de predicción”, sostiene Huang. “Pueden llegar a ser tan grandes como los mayores mercados financieros—quizá más. Creo que carecen de límite.” Para Mansour, la oportunidad ronda “cientos de billones de dólares”.

Si todavía se puede avivar la fiebre por los mercados de predicción, será probablemente desde el entorno de Trump. Donald Trump Jr., primogénito del presidente, se unió a Kalshi como asesor estratégico en enero, coincidiendo con el nombramiento de Eliezer Mishory—anterior director de cumplimiento normativo de Kalshi durante cuatro años—para liderar el Departamento de Eficiencia Gubernamental de Trump. Brian Quintenz, miembro del consejo de Kalshi y excomisario de la CFTC en la primera administración Trump, fue elegido por Trump para dirigir la CFTC a inicios de este año.

En su solicitud para la lista 30 Under 30 de Forbes en 2022, Mansour citó como referencia profesional a Emil Michael, inversor ángel de Kalshi y nominado por Trump como CTO del Departamento de Defensa. Aún hay más. Samantha Schwab, nieta de Charles Schwab y cuya única experiencia profesional al margen de la administración Trump fue un año en el área de desarrollo de negocio de Kalshi, pasó en enero al Tesoro de EE. UU. como jefa adjunta de gabinete, según su perfil de LinkedIn.

Kalshi mantiene el liderazgo entre los mercados de predicción, pero la carrera está abierta. A finales de agosto, Donald Trump Jr. invirtió en Polymarket, rival de Kalshi, y se sumó a su consejo asesor. Días después, Polymarket obtuvo el visto bueno de la CFTC para operar en EE. UU., igualando así el acceso de Kalshi a Wall Street. Las grandes plataformas de apuestas deportivas, Fanduel y Draftkings, también preparan sus propios mercados de predicción, mientras los reguladores estatales mantienen demandas contra Kalshi por la legalidad de sus contratos deportivos—su principal producto. Seguiremos informando.

Actualización: Este artículo ha sido actualizado para reflejar las últimas rondas de financiación de Kalshi y Polymarket.

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